Un fuerte terremoto de magnitud 7,7 sacudió este viernes 28 de marzo de 2025 la región de Mandalay, en Myanmar (Birmania), dejando al menos 3 muertos y decenas de heridos, según fuentes oficiales.
El epicentro se localizó a unos 17 kilómetros de la ciudad, con una profundidad de apenas 10 kilómetros, lo que intensificó los daños. El sismo también se sintió con fuerza en Bangkok, Tailandia, a más de 1.000 kilómetros de distancia.
En Mandalay, colapsaron varios edificios de cinco pisos y se reportó la destrucción parcial del histórico Palacio Real y del puente Ava. Diez personas murieron en el derrumbe de una mezquita, mientras que los hospitales colapsaron ante la alta demanda de atención. En Sagaing, un puente fue completamente destruido, dificultando el acceso de los equipos de emergencia. Las autoridades birmanas declararon el estado de emergencia en varias regiones, incluyendo Naypyidó, y solicitaron ayuda internacional.
En Bangkok, el temblor causó el colapso de un rascacielos en construcción, dejando atrapados a más de 40 trabajadores. La Bolsa de Valores suspendió operaciones y las autoridades tailandesas también decretaron alerta máxima. Al menos tres personas fallecieron en la capital tailandesa, mientras se intensifican las labores de rescate.
El primer ministro de India, Narendra Modi, expresó su disposición a apoyar las labores humanitarias. Según expertos, este es uno de los terremotos más intensos registrados en la región en años, producto de la interacción entre las placas tectónicas india y euroasiática. La falta de infraestructura sismo-resistente agrava la emergencia, en una zona marcada además por conflictos internos y escasa preparación para este tipo de desastres.