Según el reporte emitido por los Servicios de Emergencia del Estado, los dispositivos explosivos impactaron durante la madrugada, provocando incendios en varios edificios y el despliegue de más de 100 rescatistas.
Las autoridades ucranianas confirmaron que al menos 11 personas, entre ellas dos menores de edad, resultaron heridas este domingo tras un nuevo ataque ruso con drones kamikaze sobre zonas residenciales de la capital, Kiev.
El ataque, que se prolongó durante casi dos horas, fue ejecutado con drones Shahed, de fabricación iraní, utilizados frecuentemente por Moscú en ofensivas nocturnas. Uno de los artefactos impactó directamente en un edificio residencial del distrito de Solomyansky, dejando a su paso ventanas destruidas, estructuras comprometidas y al menos cinco personas hospitalizadas. Los dos menores heridos fueron atendidos por contusiones leves, mientras que otras seis personas recibieron atención en el lugar por inhalación de humo y crisis nerviosas.
El portavoz del ejército ucraniano en la región, Sergiy Popko, señaló que 17 drones fueron lanzados en total y que las defensas aéreas lograron interceptar 14 de ellos. “Este tipo de ataques buscan desgastar a la población y a nuestras fuerzas, pero seguimos resistiendo”, afirmó.
El presidente Volodímir Zelenski también condenó la agresión en sus redes sociales, afirmando que “cada dron ruso sobre nuestra tierra será derribado y cada crimen tendrá respuesta”.
Este nuevo ataque ocurre en medio de la intensificación de los bombardeos rusos sobre infraestructura civil en Ucrania, y mientras el país continúa esperando la llegada de más sistemas de defensa prometidos por Occidente. Las autoridades locales activaron refugios antiaéreos en varios sectores de Kiev y pidieron a la ciudadanía mantener la vigilancia ante posibles nuevas ofensivas.