La acción se dio en una granja ubicada en la vereda San Miguel, tras comprobar vertimientos contaminantes que afectaban directamente a el medio ambiente y ponían en riesgo la salud pública.
La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) informó que, tras recibir una queja ciudadana sobre olores y contaminación en la zona, los funcionarios de la Dirección Regional Sumapaz verificaron la cría y engorde de aproximadamente 40 cerdos distribuidos en seis corrales. En el predio se constató que los residuos líquidos eran conducidos a un tanque plástico de 1.000 litros, el cual presentaba filtraciones y perforaciones en su parte posterior.
“Evidenciamos que los residuos líquidos llegaban a un tanque plástico de 1.000 litros, aunque presentaba varias perforaciones en la parte posterior lo que permitía el escurrimiento directo de estos residuos hacia el suelo, generando así un vertimiento de aguas residuales no domésticas en un tramo de más de 33 metros aproximadamente y que iban a parar a una alcantarilla ubicada sobre la vía veredal”, explicó Érika Álvarez, directora regional Sumapaz de la CAR.
Los técnicos también observaron un encharcamiento superficial en los alrededores del tanque, acompañado de olores ofensivos, proliferación de moscas y otros vectores, lo que confirmaba la afectación ambiental. Ante estas evidencias, la CAR impuso la medida preventiva en flagrancia, ordenando detener los vertimientos de porcinaza líquida directamente al suelo sin tratamiento previo.
La funcionaria agregó que la corporación actúa con rigor frente a este tipo de situaciones, “desde las direcciones regionales ofrecemos asesoría y acompañamiento a los sectores productivos para que gestionen los trámites correspondientes y eviten la aplicación de sanciones y multas, como en este caso”, puntualizó Álvarez.








