A pesar de las protestas, bloqueos y amenazas de nuevas movilizaciones, el mandatario aseguró que “no habrá negociación”, que la medida es temporal y necesaria para preservar la seguridad ciudadana.
Tras una jornada de manifestaciones que dejó 370 comparendos y 340 motos inmovilizadas, Galán indicó que la fuerza pública tiene la instrucción de garantizar el cumplimiento del decreto. “Mi respuesta es ejercer autoridad. No aceptamos amenazas y la Policía actuará cuando sea necesario”.
El alcalde agregó que la restricción busca prevenir incidentes como los ocurridos durante las denominadas “rodadas del terror”, recorridos masivos de motociclistas que en años anteriores generaron caos, accidentes y hechos de violencia durante Halloween.
El mandatario explicó que la medida, vigente entre el 30 de octubre y el 3 de noviembre, se aplica únicamente en 20 corredores principales, entre ellos la Autopista Norte, la Avenida Boyacá y la Calle 80. “No se trata de una prohibición total. Hay vías alternas habilitadas y excepciones para trabajadores, domiciliarios y organismos de emergencia”, precisó Galán, quien señaló además que Bogotá enfrenta este fin de semana 35 eventos masivos, incluidos conciertos y actividades de alto aforo que requieren refuerzo policial.
Frente al impacto económico y las críticas del sector comercial, representado por Fenalco Bogotá, Galán respondió que el decreto no se modificará. “Tal vez hubo confusión sobre su alcance, pero insistimos en que la restricción es focalizada y temporal”, aclaró. Mientras tanto, los motociclistas mantienen convocatorias para nuevas concentraciones en distintos puntos de la ciudad, exigiendo diálogo directo con la Administración Distrital y la revisión del decreto.
 
				 
															 
															 
				








