El jefe de gabinete de Zelenski, Andri Yermak, calificó la reunión como “constructiva” y resaltó que, de concretarse los avances en acciones reales, podría convertirse en un hecho histórico.
En medio del solemne ambiente que envolvía el funeral del Papa Francisco en la Basílica de San Pedro del Vaticano, un encuentro inesperado captó la atención internacional. A pocos minutos de que diera inicio la ceremonia fúnebre, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump y su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, se reunieron en un gesto cargado de simbolismo y oportunidad política.
Este encuentro marca el primer cara a cara entre ambos líderes desde la tensa reunión en la Casa Blanca a finales de febrero, que terminó abruptamente y sin el almuerzo previsto. Sin embargo, el clima en esta ocasión parecía más propicio para el diálogo. La Casa Blanca calificó la conversación como “productiva”, subrayando la importancia de los temas abordados, mientras que Zelenski no dudó en señalar que el encuentro podría convertirse en histórico si los avances se traducen en acciones concretas.
Más allá del marco ceremonial que dominaba Roma, la reunión que duró 15 minutos permitió a Trump y Zelenski abordar asuntos críticos para la relación bilateral y avanzar. En ese sentido, el jefe de gabinete de Zelenski, Andri Yermak, a través de sus redes sociales calificó la reunión de “constructiva”.
Este encuentro se da horas después que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asegurara que un acuerdo entre Ucrania y Rusia está “muy cerca”, sus declaraciones se produjeron después de que su emisario, Steve Witkoff, se reuniera en Moscú con el presidente ruso, Vladimir Putin, para discutir la posibilidad de lanzar “negociaciones directas” entre ambas partes.