A solo semanas de un histórico corte de energía, España vuelve a enfrentar una crisis de infraestructura con la caída de servicios de telefonía fija e internet en varias regiones del país.
La mañana de este martes 20 de mayo, España experimentó una nueva falla a gran escala en sus servicios básicos: una caída masiva en la red de telefonía fija e internet afectó las comunicaciones de empresas, hogares y servicios públicos en múltiples regiones. El hecho ocurre pocos días después del apagón eléctrico del pasado 28 de abril, que dejó a toda la península sin suministro energético durante horas.
La compañía Telefónica, principal operador del país, confirmó la incidencia y explicó que la interrupción fue causada por “trabajos de actualización de la red”. Aunque a las 12:30 p. m. (hora local) el servicio ya había sido restablecido por completo, durante varias horas el sistema de emergencias 112 estuvo afectado, lo que generó preocupación por la imposibilidad de contactar ambulancias, bomberos o la policía.
El incidente generó inquietud en la opinión pública y aumentó la presión sobre el Gobierno español, que aún no ha ofrecido una explicación oficial sobre las causas del apagón anterior. La falta de claridad alimenta la percepción de una fragilidad en las infraestructuras críticas, en un contexto donde la confianza en los sistemas de soporte ciudadano resulta esencial.
Telefónica indicó que ya ha revisado los procesos técnicos implicados en la actualización para evitar nuevas interrupciones. No obstante, algunos alcaldes locales y comunidades autónomas han exigido una auditoría independiente para esclarecer si estos errores técnicos están vinculados a fallas estructurales más amplias o a omisiones en la supervisión.
La sucesión de fallas —primero en la red eléctrica y también en la red de telecomunicaciones— ha reabierto el debate sobre la necesidad de fortalecer los sistemas de respaldo y coordinación nacional ante situaciones de emergencia. Mientras tanto, el Ministerio del Interior evalúa nuevas medidas de contingencia ante posibles incidentes futuros.