Un nuevo modelo de sostenibilidad energética lleva luz estable y asequible a hogares y centros de salud alejados, mejorando su calidad de vida y reduciendo la dependencia de combustibles contaminantes.
Comunidades rurales del departamento comienzan a experimentar una transformación energética gracias a un modelo de sostenibilidad que garantiza el funcionamiento continuo de sistemas de energía solar. El plan busca asegurar que los proyectos renovables no solo se instalen, sino también que operen de forma eficiente durante años.
La estrategia incluye mantenimiento técnico, financiación y capacitación para que las propias comunidades gestionen sus sistemas energéticos. Esto permite que centros educativos, puestos de salud y hogares rurales cuenten con energía limpia sin interrupciones ni sobrecostos.
Esta iniciativa se implementa en varias zonas del territorio y tiene como prioridad los municipios más apartados. Se trata de un esfuerzo que promueve la equidad energética al conectar a poblaciones tradicionalmente excluidas del sistema eléctrico nacional.
Empresas Públicas de Cundinamarca lidera esta apuesta, desarrollando estudios técnicos y estructurando los proyectos con acompañamiento de entidades ambientales, la academia y organizaciones comunitarias. Su labor ha sido clave para que los recursos públicos tengan un impacto duradero.
El programa también involucra a los municipios y cooperativas locales, quienes se encargan del cuidado de los equipos y del cumplimiento de los estándares de calidad. Esta corresponsabilidad garantiza que cada proyecto tenga una vida útil más larga y sea aprovechado al máximo.
Gracias a esta acción conjunta, cientos de familias hoy cuentan con un suministro energético confiable que mejora su calidad de vida, facilita el acceso a servicios esenciales y contribuye al desarrollo sostenible del territorio.