El supertifón Ragasa, considerado el ciclón más fuerte del año, azotó Hong Kong con lluvias torrenciales y vientos huracanados, dejando más de 50 heridos e inundaciones graves, tras causar al menos 14 muertos en Taiwán y tres en Filipinas.
La Oficina Meteorológica de Hong Kong activó la señal de tifón 10, el nivel máximo de alerta, lo que llevó a suspender actividades comerciales, el transporte público y los servicios esenciales. Las autoridades instaron a la población a permanecer en sus hogares mientras el ciclón avanzaba hacia el sur de China continental.
El impacto del Ragasa provocó una marejada ciclónica con olas de más de tres metros sobre el nivel habitual del mar. Se registraron inundaciones en varios barrios y la caída de decenas de árboles, además de la evacuación de centenares de personas hacia los 49 refugios temporales habilitados por el gobierno.
Hasta el mediodía de este miércoles se habían reportado 56 heridos, incluidos una mujer y su hijo de cinco años que fueron arrastrados por el mar en un paseo marítimo. En Macao, el tifón también causó cortes de electricidad, inundaciones y el confinamiento de turistas en hoteles de la zona baja de la ciudad.
Pese a la emergencia, la Bolsa de Hong Kong mantuvo sus operaciones, siguiendo la política adoptada en 2024 de no interrumpir el comercio por fenómenos meteorológicos. Las autoridades chinas advirtieron que el territorio seguirá bajo la influencia de vientos con fuerza de huracán en las próximas horas.