Washington implementa medidas preventivas ante el aumento de amenazas relacionadas con tensiones nucleares.
El gobierno de Estados Unidos comenzó el retiro parcial de su personal diplomático en Irak, en respuesta al creciente clima de tensión con Irán, tras una nueva ronda de amenazas cruzadas relacionadas con el estancamiento de las negociaciones nucleares. La información fue confirmada por el Departamento de Estado, que señaló que se trata de una medida “de precaución”, pero que refleja la preocupación por posibles ataques a sus instalaciones en Bagdad y Erbil.
La decisión ocurre tras días de intercambio verbal entre funcionarios iraníes y estadounidenses. Teherán advirtió que responderá “con fuerza” a cualquier intento de sabotaje o presión militar, luego de que medios estadounidenses revelaran que el Pentágono estaría evaluando nuevas sanciones y un refuerzo militar en la región. En paralelo, milicias proiraníes en Irak intensificaron sus amenazas contra intereses occidentales.
Voceros de la embajada en Bagdad aseguraron que las operaciones diplomáticas esenciales continuarán, pero varios empleados no esenciales y familiares del cuerpo diplomático ya iniciaron su evacuación hacia Jordania y Turquía. También se ha incrementado la seguridad alrededor del complejo diplomático con apoyo de fuerzas iraquíes.
Expertos en política internacional advierten que esta medida refleja el deterioro de las relaciones bilaterales entre Irán y Estados Unidos, justo cuando la comunidad internacional reclama una salida diplomática a la crisis nuclear. La ONU y la Unión Europea han llamado a ambas partes a reducir tensiones y reactivar el diálogo en Viena.