Se espera que la disolución de la principal agencia de asistencia internacional de Estados Unidos se complete el 1 de julio, con la transferencia de algunas funciones a otra entidad gubernamental.
La administración del presidente Donald Trump ha decidido desmantelar la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) como parte de una estrategia para reestructurar la asistencia internacional y reducir gastos gubernamentales. El proceso de cierre se inició en enero de 2025, cuando Trump ordenó una congelación casi total de la ayuda exterior. Posteriormente, el secretario de Estado, Marco Rubio, emitió una exención para la ayuda humanitaria, aunque persistió la confusión sobre la implementación de las políticas. El 3 de febrero, Elon Musk, director del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), anunció que él y el presidente estaban en proceso de cerrar la USAID, calificándola de “organización criminal” y “más allá de cualquier reparación”.
El 28 de marzo, el Departamento de Estado notificó formalmente al Congreso su intención de desmantelar la USAID y transferir algunas de sus funciones al Departamento de Estado. Se espera que el proceso de disolución se complete para el 1 de julio.
La disolución de la USAID ha generado preocupación entre organizaciones internacionales y países que dependían de sus programas de asistencia técnica y económica. Expertos advierten que esta medida podría abrir espacio para que otras potencias, como China, amplíen su influencia en regiones donde la USAID tenía presencia activa.
El Congreso supervisará el proceso de transición, que se estima tomará varios meses. Mientras tanto, los contratos activos y convenios en curso continuarán bajo la administración temporal del Departamento de Estado y otras agencias delegadas.