El operativo militar ocurre en medio del endurecimiento de la política migratoria impulsada por la administración Trump.
Cerca de 200 infantes de marina fueron desplegados en varios puntos estratégicos del estado de Florida con el fin de brindar apoyo logístico y administrativo a las operaciones migratorias coordinadas por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). La medida forma parte de un paquete de acciones adoptadas por el Gobierno de Donald Trump para reforzar el control migratorio en el sur del país.
El Departamento de Defensa confirmó que el despliegue responde a una solicitud directa del Departamento de Seguridad Nacional, y que los marines no estarán involucrados en detenciones, sino en tareas de apoyo, coordinación y vigilancia perimetral. El operativo se enfoca principalmente en zonas urbanas y áreas rurales con alta presencia de comunidades migrantes.
Este movimiento se da un mes después de que la Casa Blanca ordenara el envío de 4.000 miembros de la Guardia Nacional y 700 marines a la ciudad de Los Ángeles, en medio de masivas protestas contra las redadas y deportaciones lideradas por el ICE. Organizaciones defensoras de derechos humanos han expresado su preocupación por la creciente militarización de los operativos migratorios.
El gobierno ha señalado que las medidas buscan “restablecer el orden” y “garantizar el cumplimiento de la ley”, mientras sectores opositores advierten sobre el impacto humanitario de estas acciones y sus consecuencias en las comunidades migrantes.