¿Cuáles serán las mayores dificultades para lograr que se apruebe ese presupuesto de $523 billones para la Nación?

El presupuesto es una proyección del máximo gasto, y una autorización del máximo gasto que se pueda hacer. ¿Por qué es importante decir esto? porque el Gobierno está haciendo unas cuentas alegres. Si nosotros miramos hoy, con detenimiento la realidad del año, teníamos aprobado un presupuesto de $503 billones, al cual el Gobierno ya le hizo un recorte de #20 billones y los expertos y los analistas de distintos sitios hablan de que hace falta un recorte adicional cercano a los $30 billones.

Eso quiere decir que nuestro presupuesto real para este año estará rondando los $450 billones. Entonces pensaron, de un año a otro,  de $450 billones que es la realidad, a $520 billones, es decir, aumentar $70 billones el presupuesto, es una falacia. Y es una falacia porque nuestra economía, en el caso más optimista, llegará a crecer un 2% siendo optimistas, yo creo que va a ser mucho más bajito.

No hay forma alguna de que los ingresos de la Nación crezcan casi un 20%. Entonces, ¿por qué digo esto? Porque la mayor dificultad que va a tener el Gobierno es justificar ese crecimiento tan grande que están incluyendo en el presupuesto.

Con otra característica, están diciendo que para financiar una parte de ese nuevo presupuesto van a hacer una nueva reforma tributaria. Una reforma tributaria en la que han anunciado dos cosas: la primera, que van a bajar el impuesto corporativo, es decir, el impuesto de renta a las empresas, en un punto o dos, cada punto que bajen implica que tengan menores ingresos, cercanos a $2.5 billones.

Están anunciándonos una reforma tributaria de nuevos ingresos por $15 billones. ¿Que quién los va a pagar? ¿Los vamos a pagar los mismos ciudadanos que hoy pagamos impuestos? Creo que no tenemos la capacidad, hoy todos estamos en el momento en el que nos toca empezar a declarar renta y todos vemos que nuestro impuesto de renta ha crecido muchísimo y que no tenemos la capacidad de pagar más, eso sólo lleva a dos cosas, o que van a pagar más impuestos a más personas, o sea que van a ampliar la base de tributación de ciudadanos que pagan impuestos, o que van a enfocar los impuestos indirectos, es decir, poner IVA.

Ya sabemos que este gobierno auspició toda la protesta social cuando se habló de imponer IVA a la canasta familiar.

El gobierno está pidiendo que le aprueben 523 billones cuando realmente en meses anteriores se han tenido quejas porque el Gobierno no ejecuta el presupuesto, se supone que cuando no se ejecuta el presupuesto, se reciben unas sanciones y no tiene derecho a pedir más. ¿Basado en qué el Gobierno ahora pide más de lo que pidió el año pasado?

Esa es una excelente pregunta. Si nosotros miramos históricamente, este Gobierno es el que peor ha ejecutado, este es el Gobierno que menos ejecuta, ¿por qué? Porque no tienen las personas idóneas, porque han tenido una cantidad de salida de funcionarios técnicos y no han sabido ejecutar. Entonces, lo que usted dice es completamente cierto. Cuando uno planea el presupuesto, lo que hace es decir, yo castigo la poca ejecución.

Entonces, nuestro presupuesto debería reducirse frente al que se aprobó para este año y no aumentarse. Hay unas cosas que siempre aumentarán, como son los salarios de los funcionarios públicos por la inflación, como pueden ser las transferencias del sistema general de participaciones, pero no más.

¿Cómo solventar una credibilidad ante la opinión pública, una credibilidad ante el propio Congreso, debido a los problemas jurídicos que se están viendo por cuenta de casos de corrupción, como el ocurrido en la Unidad Nacional de Riesgo?

Lo más delicado, y ustedes lo acaban de decir muy bien, es que el Gobierno ha perdido la credibilidad en cuanto, a cómo ejecuta, porque ejecuta muy poco, y a la transparencia en esa ejecución. Entonces, ¿qué tendrá que hacer el Congreso? Decirle, muéstreme muy bien la ejecución de este año, muéstreme muy bien esas entidades a las cuales tienen todos estos reparos, porque a esas entidades hay que vigilarles el presupuesto con lupa, y hay que estar mirándoles todos los días su ejecución real.

Yo creo que el Gobierno tiene una discusión muy difícil, y en este momento tendrán que tener una discusión muy profunda con el Congreso de la República, porque con ese monto, el Congreso debería devolverles el presupuesto y decirles, un presupuesto con ese crecimiento, no es acorde con la realidad económica del país. Con una cosa adicional, los ingresos del país se siguen reduciendo porque no hay inversión. En Colombia la gente no está invirtiendo porque no confía en las políticas del Gobierno, y eso va hacer que nuestro recaudo siga deteriorándose.

En este momento lo que pregona el Gobierno es que están en austeridad, que están acabando con algunos puestos burocráticos, entonces ¿en qué van a emplear ese presupuesto?

Esa es la pregunta que a uno más le preocupa, porque hoy estamos viendo desafortunadamente que la mayoría de los recursos de inversión no se han ejecutado, además, todo es para subsidios y no creo que sea el momento de dar ese tipo de subsidios, sino que deberíamos pensar en esos programas que generen una real reactivación económica.

¿Cuál es la realidad económica que tenemos en Colombia?

La realidad económica es que tenemos un país que crece muy poco, que está casi estancado en su crecimiento, un país que sigue teniendo una inflación alta. No podemos celebrar una inflación del 7/18, es una inflación alta, que tiene unas tasas de interés altas. Todo esto hace que haya menos inversión, menos crecimiento, y tenemos en este momento, que el Gobierno debería enfocar los pocos recursos que tiene en los sectores que más mano de obra generan, que más crecimiento generan.

Hemos visto cómo el gobierno se ha quejado de las altas tasas de interés, pero vemos cómo, al mismo tiempo, sus programas de vivienda han fracasado. La vivienda se cayó, y este es uno de los mayores generadores de crecimiento y empleo.

Vemos cómo las obras públicas están retrasadas, el Gobierno no ha contratado nuevas obras que generen real desarrollo, y estamos viendo que se gastan la plata dando subsidios, reinventándose programas para hacer transferencias monetarias que no generan un real crecimiento.

Nuestra economía hoy está enredada, y las cifras fiscales cada día se deterioran, porque cada vez debemos más plata, cada vez pagamos más intereses por esa deuda, porque el mundo, los que nos prestan los recursos, no están confiando en nosotros.

El Gobierno se reunió con los bancos e hizo unos acuerdos para bajar intereses para vivienda, que como usted lo menciona, es el sector más estancado en la economía del país, pero tampoco da la solución a través de sus instituciones. ¿No lo cree usted así?

Lo creo así. Si ustedes recuerdan, el programa “Mi Casa Ya”, que se inventó desde el gobierno del presidente Santos, y al que se le han hecho ajustes para ayudarle a la gente en esa cuota inicial, que es lo más difícil, en las viviendas VIS y VIP. Hacía que tuviéramos, entre 50.000 y 70.000 subsidios para esa compra de vivienda que este Gobierno modificó, cambió las características y hoy la gente está desistiendo de comprar vivienda porque no tiene acceso a esas ayudas del Estado, y si yo no compro vivienda, el constructor no la hace y no se generan puestos de trabajo, no hay inversión y generamos una cadena de destrucción de valor en el país.