Se le acusa de narcotráfico, asesinato y vínculos con cárteles internacionales, en EE. UU. enfrenta cargos federales por exportación masiva de cocaína.
La captura se llevó a cabo en un sofisticado búnker bajo una casa de lujo, en una operación sin bajas, tras 17 meses de intensa búsqueda.
Fito estaba cumpliendo una condena de 34 años en Ecuador por narcotráfico y delincuencia organizada, y mantiene 14 procesos judiciales locales. También tiene órdenes de extradición a EE. UU. por conspiración de drogas y tráfico de armas, en conexión con el cártel de Sinaloa.
Su fuga provocó motines en siete cárceles y atentados en el país, lo que llevó al presidente Daniel Noboa a declarar un conflicto armado interno y militarizar prisiones y zonas urbanas.
Fito será trasladado a una prisión de máxima seguridad y enfrentará un proceso de extradición hacia EE. UU. Su recaptura representa un hito crucial en la estrategia del Gobierno ecuatoriano frente a la violencia organizada.