El partido estuvo cargado de emociones intensas y una montaña rusa de sentimientos que oscilaban entre la esperanza y el desánimo. A pesar de los altibajos a lo largo del encuentro, la selección colombiana se despidió con dignidad y orgullo. El equipo demostró que, incluso frente a rivales que parecían superiores, puede competir de igual a igual, revelando su lucha y calidad.Colombia llegó a esta fase con ciertas dudas, tras una fase de grupos en la que no logró mostrar su mejor nivel. Con una sola victoria contra Nueva Zelanda y dos derrotas frente a Francia y Canadá, la tricolor parecía destinada a la eliminación ante el campeón mundial, España. Sin embargo, el equipo colombiano dejó una impresión de gran determinación, reafirmando su capacidad para desafiar a los favoritos y competir al más alto nivel.En los 30 minutos suplementarios, la capitana Catalina Usme pidió a sus compañeras que mantuvieran la calma y se enfocaran en la defensa, dado que el poderío ofensivo había quedado en el banco. El partido se resolvió finalmente en la tanda de penales. Catalina Usme y Liana Salazar fallaron sus intentos, mientras que las jugadoras españolas acertaron sus tiros, llevando a la selección colombiana a una dolorosa eliminación.”
Por: Evelin Salazar