Más de 30 mil millones de pesos se invirtieron en la mejora de vías rurales en municipios donde las veredas permanecían incomunicadas y la producción agrícola estaba paralizada.
Siete municipios del oriente del departamento reciben apoyo con maquinaria pesada para enfrentar las consecuencias de la temporada de lluvias. Hay intervención en Fómeque, Fosca, Gutiérrez, Une y Quetame, donde veredas completas quedaron aisladas tras los deslizamientos.
A lo largo del año se han adquirido 79 equipos destinados a la atención de emergencias viales. La entrega más reciente incluye 31 máquinas nuevas, entre retroexcavadoras, motoniveladoras y volquetas, que buscan despejar caminos taponados y habilitar pasos en zonas de difícil acceso.
Las lluvias han generado el colapso de vías rurales fundamentales para la movilidad de productos y personas. En Quetame, un deslizamiento bloqueó el río Contador y destruyó el ingreso principal al municipio. La comunidad espera la reactivación del paso para retomar su actividad económica.
Esta estrategia es promovida por el gobierno departamental como respuesta directa a las afectaciones climáticas, mediante procesos de contratación abreviados que garantizan una reacción rápida. Las acciones también contemplan obras como muros de contención, drenajes y encintados.
Habitantes de las zonas impactadas reportan pérdidas agrícolas y dificultades para desplazarse. En Fómeque, siete veredas siguen incomunicadas y los campesinos aseguran que no han podido sacar sus cosechas. Las nuevas vías permitirán transportar productos esenciales y recuperar la movilidad local.
El objetivo es garantizar el abastecimiento de alimentos hacia Bogotá, que depende en gran parte de esta región productora, y reactivar el turismo, que representa una fuente importante de ingresos en los municipios rurales, mediante el mantenimiento de rutas principales y vías secundarias.