El camino que la llevó a la NASA comenzó gracias a la convocatoria de la Fundación She Is, que llegó a su colegio a través de uno de sus profesores. Inspirada y motivada por el apoyo de su maestro, Daniela decidió aplicar, confiada en que sus habilidades en electrónica y robótica serían clave para destacar en el proceso. “Siempre tuve la esperanza de lograrlo, y así fue”, comentó emocionada tras enterarse de que había sido seleccionada.Durante los últimos seis meses, Daniela ha estado participando en clases virtuales de robótica, electrónica y física, como preparación para la inmersión en el Space Center. Allí, no solo tendrá la oportunidad de interactuar con astronautas y científicos, sino que también presentará un proyecto que deberá implementar en su comunidad a su regreso, un desafío que asume con gran entusiasmo.Esta iniciativa es posible gracias al apoyo de la Fundación She Is y la empresa tecnológica global Schlumberger Limited (SLB), que se comprometieron a impulsar los sueños de jóvenes talentosas como Daniela. Con su historia, la estudiante de Chía se convierte en un modelo a seguir para otras niñas de su comunidad, demostrando que, con esfuerzo y perseverancia, es posible alcanzar las estrellas.
Por: Dana Correal