Once municipios afectados retoman el servicio gracias a acciones sostenibles que marcan un nuevo rumbo en la gestión hídrica del territorio.
Tras un año de restricciones impuestas por la Empresa de Acueducto de Bogotá, Cundinamarca celebra el levantamiento del racionamiento de agua que impactó directamente a once municipios. Esta decisión representa un alivio para miles de familias que dependen del agua comprada en bloque a la capital.
El racionamiento visibilizó la urgente necesidad de replantear la dependencia hídrica del departamento. Durante este periodo se impulsaron debates clave sobre los efectos del cambio climático y la importancia de adoptar medidas estructurales que aseguren un acceso sostenible al recurso.
Gracias al compromiso territorial, se avanzó en la compra de predios de interés ambiental, el pago por servicios ecosistémicos y la restauración de áreas estratégicas. Estas acciones, además de proteger el entorno, buscan garantizar la seguridad hídrica a largo plazo.
Jorge Emilio Rey, quien ha liderado estas iniciativas, destacó la importancia de fortalecer una agenda que incluya el reúso de aguas grises, el estudio de acuíferos y la implementación de soluciones basadas en la naturaleza, como infraestructura verde y azul en zonas urbanas.
El gobierno de Cundinamarca plantea un modelo que prioriza la autonomía hídrica del departamento, con el objetivo de reducir la dependencia del suministro proveniente de Bogotá. Este enfoque incluye una planificación territorial alineada con la capacidad del ecosistema y sus servicios.
Bienvenido el levantamiento de la medida de racionamiento que, desde hace un año, la Empresa de Acueducto de Bogotá adoptó, impactando a 11 municipios que se surten del agua que le compran en bloque a Bogotá.
— Jorge Emilio Rey Ángel (@JorgeEmilioRey) April 11, 2025
Este racionamiento generó:
1. Poner en el debate público los efectos… pic.twitter.com/wcFqghMNOd