El plan incluye la construcción de 96,7 kilómetros de redes y la conexión gratuita de gas en los municipios de Jerusalén, Apulo, Tocaima, Quipile y Nariño.
El proyecto busca reducir el uso de leña y carbón en los hogares rurales, mejorando la salud de las familias y protegiendo el medioambiente. “Nuestro propósito es cerrar la brecha que separa a las zonas rurales de los centros urbanos, brindando energía limpia y segura para todos los cundinamarqueses”, señaló la Secretaría de Energías y Minería Sostenible, entidad encargada de liderar la ejecución.
De acuerdo con la Gobernación de Cundinamarca, el 4,7 % de las familias del departamento aún no cuenta con gas natural. “Por ellas emprendimos este programa, que además de mejorar la calidad de vida de las comunidades, fomenta el desarrollo rural y la sostenibilidad ambiental”, indicó el gobernador Jorge Emilio Rey a través de su cuenta en X.
En esta fase, Jerusalén será el municipio con mayor número de beneficiarios, con 455 hogares conectados, seguido por Apulo con 340 y Nariño con 72. Estas comunidades dejarán atrás el uso de cilindros y la exposición al humo dentro de sus viviendas, lo que garantizará ambientes más saludables y seguros.
Por su parte, Héctor Julio Laverde, beneficiario del plan en el municipio de Apulo, destacó la iniciativa. “Como representante de la comunidad, agradezco el gran servicio que se brindará a nuestra región y a las dos veredas beneficiadas. Es un logro muy importante que mejorará la calidad de vida de todos los habitantes”, manifestó.
Hasta el momento, la administración departamental ha alcanzado un 45 % de avance en la meta de conectar 20.000 nuevos usuarios durante las vigencias 2024 y 2025. Con esta estrategia, el departamento adelanta acciones en favor del bienestar de las familias rurales y de la transición hacia energías más limpias y sostenibles.