La cumbre del Grupo de los Siete (G7) finalizó este martes en Quebec, Canadá, sin una declaración conjunta sobre el conflicto en Ucrania, luego de la sorpresiva salida del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para atender la crisis en Oriente Medio.
Fuentes diplomáticas confirmaron que los jefes de Estado y de Gobierno de Canadá, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Japón y Estados Unidos no lograron consensuar un texto común debido a desacuerdos con Washington sobre la continuidad del apoyo militar a Ucrania. Trump habría objetado cláusulas que comprometían ayuda adicional sin condiciones a Kyiv.
La retirada del mandatario estadounidense antes de la foto oficial y de la plenaria final dejó a los aliados occidentales sin uno de los interlocutores clave para las decisiones multilaterales. En su lugar, el asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, permaneció en representación de la Casa Blanca, pero sin autoridad para firmar acuerdos.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, anfitrión del encuentro, lamentó la falta de unidad. “Nos hubiera gustado un mensaje más fuerte frente a la guerra en Ucrania, pero cada país debe responder a sus propias prioridades geopolíticas”, expresó. La crisis en Gaza e Irán eclipsó así una cumbre originalmente centrada en economía, cambio climático y seguridad europea.