Autoridades ambientales en Cundinamarca respaldan la decisión y señalan que es necesario aplicar los principios del Acuerdo de Escazú, que exige transparencia y consulta pública en decisiones que afecten el entorno.
La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) celebró la reciente decisión del Consejo de Estado que obliga a reabrir el debate sobre los lineamientos del ordenamiento ambiental de la Sabana de Bogotá. El alto tribunal ordenó a la Secretaría Técnica del Consejo Estratégico de la Cuenca del Río Bogotá convocar nuevos espacios de discusión en torno al proyecto del Ministerio de Ambiente.
“Es una valiosa oportunidad para construir en forma colectiva y participativa esta herramienta fundamental para la planeación de un territorio que urge determinantes claras”, señaló el director de la CAR, Alfred Ignacio Ballesteros.
El proyecto de resolución, impulsado por la exministra Susana Muhamad en marzo, fue cuestionado por la Alcaldía de Bogotá y su Empresa de Acueducto por no haber sido previamente concertado con todos los actores. Esa crítica fue respaldada posteriormente por el Tribunal de Cundinamarca, que suspendió los efectos del documento hasta que se garantice la participación de todos los sectores implicados.
Ballesteros insistió en la necesidad de aplicar los principios del Acuerdo de Escazú, que exige transparencia y consulta pública en decisiones que afecten el entorno. “Desde la CAR reiteramos nuestra disposición a construir lineamientos que garanticen un ordenamiento del territorio alrededor del agua”, concluyó.