La comunidad de El Plateado, corregimiento del municipio de Argelia, en el suroccidente del Cauca, vive uno de los confinamientos más severos registrados en la región.
Según reportes de autoridades civiles y militares, más de 15.000 personas permanecen aisladas, tras recibir amenazas por parte del frente Carlos Patiño, una disidencia de las FARC que impuso restricciones severas a la movilidad, el comercio y las comunicaciones.
Desde hace una semana, este grupo armado ilegal ha distribuido panfletos y mensajes intimidatorios, en los que exige a los habitantes organizarse para expulsar a la fuerza pública de la zona, bajo amenazas de represalias y sanciones económicas. Testimonios locales dan cuenta de cierres obligados de tiendas, suspensión de actividades agrícolas y el corte de rutas hacia poblaciones cercanas.
El general Federico Mejía, comandante de la Tercera División del Ejército, señaló que los uniformados no se retirarán del territorio y aseguró que “los criminales no decidirán sobre la seguridad del pueblo colombiano”. Las autoridades también informaron que se mantienen operaciones militares en la zona rural para proteger a la población y garantizar el acceso humanitario.
Organismos como la Defensoría del Pueblo y la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos han solicitado medidas urgentes al Gobierno Nacional para prevenir una crisis humanitaria. Por ahora, se han activado rutas de atención y se evalúa la posibilidad de una misión humanitaria que permita entregar alimentos y medicamentos a la población confinada.