Las nuevas medidas entrarán en vigor este jueves como parte de la creciente guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo.
China anunció un nuevo paquete de aranceles del 84 % contra productos de Estados Unidos, en respuesta directa a las políticas comerciales adoptadas por la administración de Donald Trump, que incluyen gravámenes del 104 % a importaciones chinas de acero y aluminio.
El Ministerio de Comercio chino indicó que la decisión busca defender los intereses de sus industrias nacionales frente a lo que consideran “medidas unilaterales e injustificadas” por parte de Washington.
La imposición de estos nuevos aranceles se suma a un historial reciente de tensiones económicas, donde productos clave como vehículos eléctricos, microchips y materiales estratégicos han sido el centro del conflicto.
Por su parte, la Unión Europea reaccionó a las sanciones comerciales estadounidenses al anunciar sus primeras contramedidas. Bruselas evalúa la posibilidad de imponer gravámenes equivalentes a importaciones provenientes de EE. UU., mientras exige consultas en la Organización Mundial del Comercio (OMC) por lo que califica como una violación de las reglas del comercio internacional.
Estas acciones corresponden a una nueva etapa en la confrontación comercial global, con posibles efectos sobre las cadenas de suministro, el crecimiento económico y los precios al consumidor. Economistas señalan distintos escenarios en caso de que no se reanuden las conversaciones multilaterales.