Susa, Fúquene, Carmen de Carupa, Sutatausa, Cucunubá, Ubaté, San Miguel de Sema, Raquirá, Buenavista, Caldas, Tocaima y Jerusalén hacen parte de los municipios beneficiados en esta primera etapa.
Con el objetivo de promover prácticas agrícolas responsables con el medio ambiente y enfrentar problemáticas como la escasez de agua, la degradación del suelo y la erosión, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) anunció la firma de los primeros 1.000 acuerdos de conservación para la implementación de Unidades Productivas Sostenibles (UPS) en 12 municipios de Cundinamarca y Boyacá.
La meta para la presente vigencia es alcanzar 5.000 acuerdos de conservación, con igual número de unidades productivas en operación, involucrando de forma directa a las comunidades rurales de la región. El programa contempla acciones concretas como la reconstrucción y construcción de reservorios para la cosecha de agua lluvia, la plantación de árboles nativos y frutales, el desarrollo de prácticas de ganadería y agricultura sostenibles, y la producción de insumos orgánicos para los cultivos.
“Avanzamos en la promoción de alternativas en pro del medio ambiente y los recursos naturales”, señaló Alfred Ballesteros, director general de la CAR. Estas iniciativas hacen parte de un modelo de conservación basado en compromisos compartidos entre la Corporación y las comunidades beneficiadas.
A través del acompañamiento técnico y la entrega de kits de agricultura, los participantes reciben herramientas y formación para implementar procesos productivos limpios y sostenibles. “Nos están enseñando cómo llevar a cabo una agricultura limpia, sin químicos”, expresó Aida Leonor Sierra, beneficiaria del programa.
Desde 2024 hasta la fecha, la CAR ha logrado implementar 174 Unidades Productivas Sostenibles, restaurar 390 hectáreas, plantar más de 36.000 árboles, desarrollar 483 biofábricas y reconstruir 284 reservorios, con capacidad de almacenamiento de más de 63.000 metros cúbicos de agua lluvia. Estas acciones consolidan una estrategia de sostenibilidad ambiental que busca generar impactos positivos a largo plazo en los ecosistemas y en la calidad de vida de las comunidades rurales.