Durante la intervención, la CAR detectó que la construcción había desviado una de las quebradas mediante tubería sin autorización, lo que generó un impacto negativo en el ecosistema. La obra forma parte de un condominio que no respetó la normativa ambiental vigente.Un informe de la Dirección Regional Gualivá (DRGU), señaló que la construcción está demasiado cerca de las fuentes hídricas, incumpliendo la distancia mínima de 30 metros exigida por el Ministerio de Ambiente.Esto derivó en la revocatoria de la licencia de construcción otorgada por la Oficina de Planeación de Sasaima.El director regional de la CAR Gualivá, Gratiniano Suárez, señaló la necesidad de proteger las rondas hídricas del río Dulce. Por ello, la CAR ordenó la suspensión inmediata de las actividades y dio inicio al proceso sancionatorio.La sanción podría incluir multas significativas, la demolición de la obra y la restauración forestal del área afectada.
Por: Paola Sanabria
