El área afectada se calcula en 68 mil metros cuadrados, mientras que se evidenció un volumen de aproximadamente 40 mil metros cúbicos de material, tanto triturado como sin triturar.
Una intervención de la Corporación Autónoma Regional (CAR) puso fin a la disposición ilegal de residuos de construcción y demolición en una zona rural de la localidad de Usaquén. El predio intervenido está ubicado en la vereda Torca y, según los hallazgos, estaba siendo utilizado para nivelar el terreno y construir una cancha de fútbol.
Durante la inspección, los técnicos de la Dirección Regional Bogotá – La Calera encontraron cerca de 40 mil metros cúbicos de escombros, algunos triturados y otros sin procesar, acumulados sin autorización. El área total intervenida alcanza los 68 mil metros cuadrados, con rellenos que elevaban el terreno hasta en dos metros por encima del nivel original.
“Este lugar estaba operando como una planta de aprovechamiento fija, pero sin ningún tipo de registro ni autorización como gestor de RCD”, explicó Sandra Milena Santafé Patiño, directora regional de la CAR. La funcionaria también indicó que los residuos se estaban usando para formar un jarillón en la ronda de la quebrada Tibabita, afectando directamente los recursos hídricos del sector.
Además del impacto ambiental por el uso de tierra negra, residuos de excavación y piedras para levantar el jarillón, se evidenció que parte del material estaba parcialmente cubierto con pasto, probablemente para ocultar la intervención. La CAR ya inició los respectivos procesos sancionatorios.
“Solicitamos el retiro total de los residuos que se encuentren en la ronda de protección de la quebrada Tibabita”, añadió Santafé. La actuación de la entidad fue posible gracias a una denuncia anónima que alertó sobre la actividad irregular.
Esta es la segunda medida preventiva que impone la CAR en Bogotá en lo corrido de junio por manejo inadecuado de escombros. La entidad recuerda que estos residuos solo pueden gestionarse en sitios autorizados y hace un llamado a la ciudadanía para reportar cualquier irregularidad.
Por su parte el director general de la CAR, Alfred Ballesteros señaló en su cuenta en X que “esta actividad no contaba con permisos y afectaba la ronda de la quebrada Tibabita”.