El ejército de Israel intensificó en las últimas horas su ofensiva terrestre y aérea sobre Gaza, dejando un saldo de al menos 59 muertos, incluidos nueve mujeres y tres niños, en ataques dirigidos a zonas civiles, según informaron hospitales del enclave.
La escalada ocurre pocos días después de que Tel Aviv aprobara un plan que contempla la ocupación de Gaza, el desplazamiento forzado de su población hacia el sur y la administración de la ayuda humanitaria por parte de empresas privadas con supervisión israelí.
Israel ha convocado a reservistas para ejecutar esta fase, que, según fuentes oficiales, se activará tras la visita del presidente Donald Trump a la región a finales de mayo.
Trump, por su parte, causó revuelo al declarar que solo 21 de los 59 rehenes en manos de Hamás estarían vivos, contradiciendo la cifra oficial de 24 que mantiene el gobierno israelí.
En uno de los episodios más dramáticos del día, paramédicos y equipos de rescate se desplazaron hasta una escuela del centro de Gaza alcanzada por un bombardeo, que provocó incendios y dejó al menos 27 muertos.
Israel no ha emitido comentarios sobre ese ataque específico, pero insiste en que Hamás utiliza escuelas y hospitales para ocultar infraestructura militar.
Las familias de los rehenes exigieron al primer ministro Benjamin Netanyahu suspender los ataques hasta asegurar el regreso de todos los cautivos.