El ataque, que dejó más de 40 heridos, fue dirigido contra un edificio cercano a la mezquita Al Hawashi, donde aún se buscan cuerpos entre los escombros, según informó la Defensa Civil de Gaza.
Al menos 23 personas, entre ellas ocho mujeres y ocho niños, murieron este viernes 5 de abril en un bombardeo israelí contra un bloque de viviendas en el barrio de Shujaiya, en Ciudad de Gaza.
El Ejército israelí aseguró que el objetivo del bombardeo era un “combatiente de alto rango de Hamás” y agregó que, en las últimas 24 horas, se atacaron 45 supuestos “objetivos terroristas”, entre los que se encuentran túneles y depósitos de armas.
Los daños colaterales sobre la población civil han sido severamente criticados. Mahmud Basal, portavoz de los rescatistas, denunció que se trató de un ataque directo a viviendas con familias dentro, dejando víctimas entre los más vulnerables.
Hamás respondió con una declaración en la que calificó el bombardeo como un crimen brutal con fines de “genocidio y venganza sádica” contra civiles indefensos. Este hecho ocurre mientras el Ejército israelí continúa expandiendo su denominada “zona de seguridad” en Gaza, destruyendo edificaciones cercanas a la frontera, en una ofensiva terrestre que ya ha cobrado decenas de miles de vidas.