Quienes buscan una experiencia diferente cerca de Bogotá pueden recorrer el desierto de la Tatacoita a través de una ruta de trekking entre formaciones rocosas y paisajes áridos. También conocido como el Desierto de Checua, este paraje natural ubicado en el municipio de Nemocón, Cundinamarca, ofrece un recorrido de aproximadamente 7,5 kilómetros, donde la emoción, el descubrimiento y el contacto con la naturaleza se combinan en cada paso. El sendero atraviesa un ecosistema sorprendente de formaciones arenosas, cañones, cárcavas y estoraques, que parecen transportados de otro planeta. Estos paisajes, moldeados por siglos de erosión y viento, conforman un escenario ideal para los amantes del trekking, la fotografía y la geografía. El contraste entre las texturas del suelo y los tonos ocres del terreno hacen que cada rincón merezca ser explorado. Además de su riqueza natural, el desierto guarda una atmósfera de misterio y tranquilidad. Caminar entre sus cañones estrechos y elevaciones rocosas permite desconectarse de la rutina urbana y reconectarse con el entorno. La ruta presenta tramos con distintos niveles de dificultad, lo que la hace accesible tanto para principiantes como para senderistas con mayor experiencia. El trekking en Tatacoita también promueve el turismo responsable y de bajo impacto ambiental, al ofrecer una experiencia guiada y respetuosa con el ecosistema local. A pocos kilómetros de Bogotá, este destino representa una opción atractiva para quienes desean una escapada corta, sin alejarse demasiado de la ciudad. Explorar el Desierto de Tatacoita es más que una caminata: es un viaje por uno de los secretos mejor guardados de Cundinamarca. Cada paso revela una historia geológica, un silencio inspirador y una conexión auténtica con la tierra. Una experiencia recomendada para quienes buscan aventura, naturaleza y momentos memorables.
Escapadas de fin de semana con parapente, cuatrimotos y velero en Cundinamarca
“Y Nos Vamos de Paseo” es una agencia de viajes ubicada en Tocancipá, cuyo propósito es ofrecer alternativas turísticas orientadas a experiencias en contacto con la naturaleza y alejadas de la rutina cotidiana. Desde su creación, esta agencia se ha enfocado en diseñar actividades que estimulan los sentidos y fortalecen el vínculo entre las personas y el entorno, especialmente en escenarios naturales del altiplano cundiboyacense. Entre las experiencias que ofrece se encuentran el parapente en destinos como Sopó, Guatavita y Guaduas, lugares reconocidos por sus condiciones para el vuelo libre. También cuenta con recorridos en cuatrimoto por caminos rurales que permiten explorar paisajes menos frecuentados, y paseos en velero por el embalse de Tominé, opción dirigida a quienes buscan tranquilidad y contacto con el agua. La propuesta de “Y Nos Vamos de Paseo” está orientada a escapadas de aventura cercanas a Bogotá, dirigidas a parejas, grupos de amigos o personas interesadas en aprovechar su fin de semana. Estas actividades combinan escenarios naturales, experiencias al aire libre y espacios para compartir fuera del entorno urbano. Además de las actividades de aventura, la agencia organiza celebraciones especiales como cumpleaños, pedidas de mano y aniversarios, que se desarrollan en ambientes naturales con detalles personalizados y servicios diseñados para sus participantes. Bajo el lema “Dígame que sí… y nos vamos de paseo”, la agencia promueve el turismo de aventura y resalta la cultura y riqueza natural de Cundinamarca. Cada recorrido busca ofrecer una experiencia que conecte a los viajeros con el territorio, destacando valores como el amor, la amistad y el espíritu explorador.
Viaja al corazón de la historia y la naturaleza viva de Gachetá
En el municipio de Gachetá, Cundinamarca, se encuentra la Ruta de la Salinera, un recorrido de aproximadamente cinco kilómetros que resalta la belleza natural de la región y su valor histórico y cultural. Este sendero atraviesa las veredas de Bombita, Salinas y Moquentiva, y guarda en sus paisajes el testimonio de un pasado ancestral vinculado a la extracción y comercio de la sal, mineral de gran importancia para los muiscas. El recorrido serpentea junto al río Salineros, cuyas aguas cristalinas acompañan a los caminantes a lo largo del trayecto. Este entorno natural es apto para la práctica del senderismo, permitiendo a los visitantes observar quebradas, pozos naturales, riachuelos y cascadas presentes en el recorrido. La diversidad de ecosistemas ofrece una experiencia en la que se combinan la frescura del agua, la vegetación, el canto de las aves y el sonido del viento entre los árboles. Además de su riqueza natural, la Ruta de la Salinera brinda una experiencia de inmersión cultural. Los viajeros pueden interactuar con las comunidades rurales de las veredas por donde pasa el sendero, conociendo sus costumbres, labores agrícolas y estilo de vida. Entre los atractivos se encuentra la gastronomía local, elaborada con ingredientes cultivados en la zona, que reflejan la identidad de los habitantes del territorio. Este destino representa una alternativa para quienes buscan un turismo sostenible. Durante el recorrido se promueve el respeto por el entorno, el apoyo a las comunidades locales y la conservación tanto del medioambiente como de las tradiciones presentes en la región. La Ruta de la Salinera constituye un recorrido por el municipio de Gachetá donde confluyen elementos naturales, históricos y comunitarios, y en el que el paisaje y la memoria local forman parte de la experiencia de los visitantes.
Alojamiento turístico rural inclusivo y sostenible cerca de Bogotá
Casa Rural Accesible, un alojamiento diseñado para garantizar una experiencia cómoda y segura a personas con movilidad reducida, adultos mayores y sus familias. Las instalaciones cuentan con adaptaciones específicas que permiten una movilidad sencilla para personas con movilidad reducida y adultos mayores, lo que lo convierte en un destino apto para toda la familia, incluidas las mascotas. Situada en un entorno tranquilo, privado y rodeado de naturaleza, esta casa rural se encuentra a poca distancia de Bogotá, lo que la hace accesible para escapadas de fin de semana o visitas cortas. Además de su diseño incluyente, el alojamiento promueve prácticas sostenibles, como el cultivo de un huerto orgánico, la presencia de árboles frutales, sistemas de compostaje y tanques para la recolección de agua lluvia. Estas acciones están orientadas al cuidado ambiental y al turismo con enfoque sostenible. Una de las actividades presentes en el lugar es el avistamiento de aves, gracias a la riqueza natural del entorno inmediato. Arbeláez, por su parte, ofrece múltiples posibilidades para quienes buscan explorar la región de manera activa: caminatas ecológicas, rutas de observación de aves en diversos ecosistemas e incluso la práctica de deportes de aventura como el torrentismo. Este tipo de alojamiento permite descansar, reconectarse con la naturaleza y vivir una experiencia turística accesible y sostenible.
Segundo Concurso de Tractomulas al Revés en Cáqueza
Del 27 al 29 de junio de 2025, el municipio de Cáqueza, en Cundinamarca, será escenario del Segundo Concurso de Tractomulas al Revés, un evento que reúne destrezas al volante y expresiones de la cultura popular colombiana. Esta competencia reunirá a más de 200 conductores provenientes de distintas regiones del país, quienes demostrarán su habilidad al maniobrar estos gigantes de la carretera. El concurso se centrará en una de sus pruebas más llamativas: la de “tractos en reversa”. Los participantes deberán recorrer un circuito especialmente diseñado, lleno de obstáculos y curvas cerradas, manejando sus tractomulas en reversa con precisión y control. Para garantizar la transparencia del evento, se implementará un sistema de arbitraje con múltiples cámaras ubicadas estratégicamente en todo el circuito. Estas grabaciones permitirán evaluar con detalle el desempeño de cada conductor, asegurando un juicio justo. El concurso está dividido en dos categorías: regional y nacional, lo que permite la participación tanto de talentos locales como de experimentados conductores de otras zonas del país. Además de la competencia, el evento incluirá una agenda cultural y gastronómica que busca resaltar las tradiciones de la región, atrayendo a turistas y familias enteras. En cuanto a los premios, se repartirán atractivos incentivos en efectivo: 5 millones de pesos para el primer lugar, 4 millones para el segundo, 3 millones para el tercero, 2 millones para el cuarto, 1 millón para el quinto y 500 mil pesos para el sexto lugar. Este concurso se consolida como una celebración del talento camionero colombiano y una fiesta para toda la comunidad.
Sabores que unen la herencia gastronómica de Cundinamarca
La riqueza gastronómica de Cundinamarca es tan diversa como su geografía, y en cada rincón del departamento se conservan preparaciones tradicionales que reflejan el alma de sus comunidades. En la Provincia de Almeidas, uno de los platos más representativos es la Gallina con Arepa, protagonista del reconocido Festival de la Arepa y la Gallina Campesina que se celebra en el municipio de Manta. Esta festividad no solo enaltece la cocina típica, sino que rinde homenaje a las raíces campesinas, donde la gallina criolla, cocinada lentamente con especias locales, se acompaña con arepas elaboradas de forma artesanal. Es un plato que ha perdurado en el tiempo y que continúa siendo parte esencial de la identidad gastronómica regional. Otras provincias cundinamarquesas también ofrecen una amplia gama de sabores. En el Alto Magdalena, por ejemplo, destaca la gallina tocaimuna, servida con yuca, papa y guiso, evocando los paseos familiares al río en Tocaima. En la Provincia de Gualivá, los famosos Roscones Resobados, rellenos de bocadillo, son una delicia que se disfruta especialmente en La Vega. Por su parte, en el Guavio, las arepas de maíz pelao mantienen viva la tradición del maíz como base alimenticia, mientras que en el Oriente, el Tamal con Calabaza sorprende al sustituir la masa convencional por esta hortaliza dulce. Los postres también ocupan un lugar importante: el Brazo de Reina del Bajo Magdalena es infaltable en celebraciones, y la Cuajada con Melao, típica del Altiplano cundiboyacense, une herencia española con creatividad indígena. En épocas decembrinas, la Natilla con dulce de mora es protagonista en las mesas familiares. Así, la gastronomía de Cundinamarca, con la Gallina con Arepa como símbolo de la Provincia de Almeidas, se convierte en una experiencia que va más allá del paladar: es historia, cultura y un puente entre generaciones.
Cundinamarca al vuelo: paraíso del avistamiento de aves en cada rincón
Corazón verde de Colombia, es mucho más que un territorio andino, es un santuario vivo para más de 800 especies de aves que habitan sus valles, montañas, páramos, bosques y ríos. Este departamento invita a los viajeros a dejarse sorprender por la sinfonía de cantos, colores y vuelos que llenan su cielo. Cada municipio guarda su propia maravilla alada, esperando ser descubierta. En La Calera, a pocos minutos de Bogotá, el bosque nublado resguarda especies como el colibrí coruscante y el atrapamoscas pechirrojo, haciendo de este lugar una parada obligatoria para los observadores que comienzan su ruta. Muy cerca, Tabio y Tenjo ofrecen senderos rodeados de naturaleza andina, hogar de la tangara real y el carpintero real. Al norte del departamento, Suesca y Sesquilé, con sus lagunas escondidas y páramos místicos, invitan al avistamiento del pato andino, el cucarachero y distintas especies de garzas que se reflejan sobre las tranquilas aguas. En el Embalse del Neusa, en Cogua, el zambullidor andino y el ibis de cara roja encuentran refugio, creando una experiencia inolvidable para fotógrafos de naturaleza. Hacia el suroriente, Ubalá, joya escondida entre montañas, se posiciona como uno de los destinos emergentes en turismo de naturaleza. Sus bosques y quebradas son hábitat del tucancillo esmeralda, el carpinterito punteado y colibríes como la brillante corona violeta, una delicia para los más apasionados por la ornitología. El majestuoso Páramo de Sumapaz, el más grande del mundo, se eleva como un altar natural donde habita el colibrí chivito de páramo y otras especies endémicas que también pueden verse en este ecosistema sagrado. Por su parte, los municipios de Tena, La Vega y San Francisco, ubicados en zonas de transición al trópico húmedo, ofrecen senderos entre cascadas y árboles gigantes, donde revolotean la tangara multicolor y el tucán esmeralda. Cada municipio de Cundinamarca es una puerta abierta a un universo de alas y cantos.
Anolaima se llena de color, fe y sabor con su XXVIII Festival del Corpus Christi y de las Frutas 2025
El municipio de Anolaima, ubicado en el corazón de Cundinamarca y reconocido como la “Capital Frutera de Colombia”, se prepara para celebrar del 20 al 23 de junio de 2025 el festival. Esta festividad, profundamente arraigada en la identidad de su gente, combina tradición religiosa, expresión artística y orgullo campesino, haciendo de esta una de las celebraciones más emblemáticas del centro del país. El evento, cuya tradición se remonta a varias generaciones, tiene como protagonista a los campesinos locales, quienes con esmero y creatividad construyen los majestuosos arcos frutícolas que decoran las calles del pueblo. Estas obras de arte efímeras, elaboradas con frutas cultivadas en la región, no solamente representan una manifestación de fe, sino también el agradecimiento a la tierra fértil que los sostiene. Su valor simbólico, cultural y visual ha convertido al festival en un atractivo imperdible para turistas y visitantes nacionales e internacionales. Bajo el lema “Manos campesinas, bendición de nuestra tierra”, la edición 2025 busca visibilizar el trabajo del campo como eje central del desarrollo económico y cultural del municipio. El festival honra las raíces religiosas del Corpus Christi, también se posiciona como un motor de dinamización del turismo rural, la economía local y la memoria colectiva. Los asistentes podrán recorrer muestras gastronómicas y artesanales que exaltan los saberes tradicionales y el sabor auténtico del campo colombiano. El evento contará con una nutrida agenda artística, en la que se destaca el VI Festival de Bandas Sinfónicas “Maestro Carlos Julio Rodríguez”, con la participación de agrupaciones municipales y la prestigiosa Sinfónica de Cundinamarca. Además, se presentarán danzas folclóricas de distintas regiones, reafirmando la riqueza multicultural del país. Las noches estarán animadas por una cartelera musical de lujo, con artistas como Pipe Bueno, Jhonny Rivera, Luis Silva, entre otros, quienes pondrán a bailar a los anolaimunos y visitantes. El Festival del Corpus Christi y de las Frutas es mucho más que una celebración: es una muestra de la resistencia cultural del campo colombiano, un canto a la fertilidad de la tierra y un espacio de encuentro donde tradición y modernidad se abrazan con orgullo. Anolaima abre sus puertas con alegría, invitando a todos a vivir esta experiencia única, en la que cada fruta cuenta una historia y cada campesino deja su huella en el alma del pueblo.
Sumérgete en la Naturaleza y Tradición de Junín con Estancia Chemar
Los visitantes podrán disfrutar de paisajes impresionantes y recorrer fincas productivas donde se valora la diversidad de especies nativas y la riqueza de la fauna local. Uno de los mayores atractivos es la imponente Cascada de Nemustén, la más grande de la región, con más de 30 metros de altura, que deslumbra con su majestuosidad. Durante las caminatas ecológicas, los visitantes tienen la oportunidad de observar aves endémicas y migratorias, haciendo de cada recorrido un encuentro cercano con la biodiversidad que caracteriza esta región. Además de la riqueza natural, la estancia ofrece visitas a fincas productivas donde los turistas pueden interactuar con productores locales, conocer sus prácticas agrícolas y adquirir productos frescos y artesanales. Este contacto directo fomenta un intercambio cultural y económico con campesinos y artesanos, fortaleciendo el desarrollo comunitario. Los recorridos también incluyen la observación en el comedero de oso, un espacio especial dedicado a esta especie, y para completar la experiencia, se cuenta con un convenio con piscinas termales cercanas para que los visitantes puedan relajarse tras sus aventuras al aire libre. La gastronomía de la Estancia Chemar es otro de sus grandes atractivos, basada en el maíz, ingrediente esencial de la cultura local. Platos como las yotas, arepas, amasijos, coladas, masatos, ruyas y turrun deleitan el paladar y cuentan historias ancestrales que conectan a los visitantes con las tradiciones de Junín. La experiencia se enriquece gracias a los guías, el señor Edgar Castillo y el señor Iván Rozo, quienes acompañan a los visitantes con su amplio conocimiento de la región, asegurando recorridos informativos y amables. Para aprovechar al máximo la visita, se recomienda que los turistas lleven ropa adecuada para el clima frío y húmedo del bosque de niebla, así como binoculares para la observación de aves, cámaras para capturar los paisajes, refrigerios e hidratación. Sobre todo, se sugiere llevar una actitud abierta y entusiasta para disfrutar plenamente del entorno natural y acuático que ofrece Junín, garantizando una experiencia segura y gratificante. Finalmente, la Estancia Chemar ofrece alojamiento rural en cómodas cabañas construidas con materiales reutilizados, alimentadas con agua de lluvia y alumbradas con energía solar, demostrando un firme compromiso con el cuidado del medio ambiente. Los visitantes también pueden disfrutar de espacios amplios para meditar y convivir con los animales de la finca. Su restaurante sirve comida típica regional y nacional, elaborada con productos frescos cosechados directamente de la huerta. Los recorridos ecológicos permiten a los huéspedes participar en la cosecha de verduras y frutos, integrándose aún más con la naturaleza y la cultura que hace de Junín un destino inolvidable.
Ecoparque Tygüa Magüe: un santuario natural y espiritual del pueblo Muisca
Concebido como un lugar de bienestar integral y conexión profunda con la naturaleza. Este espacio representa un equilibrio profundo entre biodiversidad y espiritualidad, donde cada elemento del entorno posee un significado simbólico y un propósito vital. En su vasta extensión habitan más de 352 especies de plantas nativas, 115 tipos de aves, 15 especies de mamíferos, 20 variedades de mariposas, 20 especies de hongos y 35 clases de micro orquídeas nativas, lo que lo convierte en un verdadero refugio de vida y diversidad biológica. Además, en su territorio se encuentran formaciones rocosas con más de 1.170 millones de años de antigüedad, vestigios geológicos que conservan la memoria milenaria de la Tierra. Uno de los mayores atractivos del ecoparque es la llamada “montaña mágica”, un recorrido guiado por senderos naturales y 33 estaciones temáticas que invitan a la contemplación, la meditación y la conexión interior. Este espacio está concebido para ofrecer una experiencia única de armonía con la naturaleza, al tiempo que promueve el respeto por todas las formas de vida y difunde la cosmovisión del pueblo Muisca.