La Laguna de Guatavita, ubicada en el municipio de Sesquilé, Cundinamarca, presta servicio turístico mediante recorridos guiados de aproximadamente dos horas, con salidas cada 15 a 20 minutos. El ingreso tiene tarifas diferenciadas y los pagos se reciben únicamente en efectivo, debido a que la reserva no cuenta con señal para medios electrónicos.
Cada recorrido dura en promedio dos horas, por lo que se recomienda llegar con suficiente antelación para organizar el ingreso y evitar congestiones, especialmente en fines de semana y temporada alta. Las tarifas oficiales de ingreso son: $4.000 para oriundos, $21.000 para visitantes nacionales y $28.000 para extranjeros. Se recomienda conservar la boleta de ingreso durante todo el recorrido, pues puede ser solicitada por el personal autorizado.
La laguna hace parte de la Reserva Forestal Protectora Laguna del Cacique Guatavita y Cuchilla de Peña Blanca, un ecosistema de páramo que alberga flora y fauna nativa. Los visitantes pueden recorrer senderos interpretativos acompañados por guías, observar aves, conocer especies vegetales y comprender la cosmovisión muisca desde una perspectiva pedagógica y ambiental.
Uno de los espacios más representativos son los kusmuy, antiguos templos sagrados desde los cuales se obtienen vistas panorámicas del cuerpo de agua, considerado un símbolo de equilibrio entre la tierra, el agua y el espíritu.
Durante la visita, los turistas deben permanecer siempre con el grupo y el guía asignado. No está permitido tomar senderos no autorizados ni apartarse del recorrido establecido. Además, no se permite el ingreso de mascotas, alimentos ni bebidas, al tratarse de una reserva forestal protectora, donde estas prácticas pueden afectar el ecosistema y la fauna local.
El parque no presta servicio de camping, picnic ni alquiler de quioscos u hornillas. Asimismo, está prohibido el uso de drones para fotografías o videos aéreos, debido a que generan perturbaciones en la fauna y alteran la tranquilidad del entorno natural y de otros visitantes. La Laguna de Guatavita no cuenta con parqueadero.
Por esta razón, las autoridades recomiendan dejar los vehículos en parqueaderos vigilados de los municipios cercanos o utilizar transporte público para llegar al sitio. Esta medida busca reducir el impacto ambiental y mejorar la movilidad en el sector.
La administración del área, a cargo de la CAR, reiteró el llamado a los visitantes para cumplir las normas y contribuir a la preservación de este espacio, considerado un referente del turismo sostenible en Cundinamarca, donde la historia ancestral y la protección ambiental van de la mano.








