Durante la temporada decembrina, la extracción de musgo en Cerros Orientales volvió a encender las alertas ambientales en Bogotá. Para evitar el uso de especies vedadas en pesebres y adornos navideños, la CAR intensificó operativos de vigilancia en senderos y zonas de páramo, con el fin de proteger ecosistemas clave para el agua y la biodiversidad.
Con el inicio de las celebraciones de fin de año y la tradicional novena de aguinaldos, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) reforzó la presencia institucional en los Cerros Orientales de Bogotá. El objetivo es prevenir la extracción de musgo en Cerros Orientales, así como de orquídeas y bromelias, especies que suelen ser usadas para decorar pesebres pese a estar protegidas por la normativa ambiental.
Equipos técnicos de la Dirección Regional Bogotá–La Calera adelantan recorridos permanentes por distintos senderos para verificar que no se estén presentando afectaciones a la cobertura vegetal. Según la CAR, hasta el momento no se han encontrado evidencias de arranque o destrucción de la flora, aunque los controles se mantendrán durante toda la temporada.
El musgo cumple una función esencial en los ecosistemas de montaña y páramo. Conocido como “la piel del bosque”, actúa como una esponja natural que absorbe la lluvia y la niebla, ayudando a regular las corrientes de agua y a alimentar las fuentes hídricas.
Su presencia protege el suelo y contribuye a la estabilidad de los terrenos. De acuerdo con expertos ambientales, los musgos pueden absorber entre 20 y 40 veces su peso en agua. Esto significa que retirar un solo kilo de esta especie puede impedir que decenas de litros de agua permanezcan en el ecosistema, aumentando el riesgo de erosión y deslizamientos en zonas sensibles de los Cerros Orientales.
Además del musgo, la CAR recordó que las orquídeas y bromelias también son especies vedadas. Su extracción y comercialización es ilegal, ya que cumplen un papel fundamental en la formación de suelo y el intercambio de nutrientes al adherirse a rocas y troncos. Sacarlas de su entorno natural rompe el equilibrio ecológico de los páramos y bosques altoandinos.
El director regional Bogotá–La Calera de la CAR, Yuber Yesid Cárdenas, hizo un llamado a la ciudadanía para que la Navidad no se convierta en sinónimo de daño ambiental. Advirtió que las autoridades permanecerán alertas y que, de identificarse infractores, se aplicarán las sanciones correspondientes y el decomiso del material.
La autoridad ambiental insistió en que proteger los Cerros Orientales es una responsabilidad compartida. Evitar la extracción de musgo en Cerros Orientales y de otras especies protegidas es una forma concreta de cuidar el agua, la biodiversidad y los ecosistemas estratégicos que abastecen a Bogotá.








