Con apenas 16 años, la gimnasta aeróbica Daniela Moreno se consolidó como una de las grandes figuras del deporte colombiano al obtener una medalla de oro y una de plata en los Juegos Bolivarianos Ayacucho–Lima 2025, dejando en alto el nombre de Cundinamarca y del país en esta importante cita internacional.
Los Juegos Deportivos Bolivarianos se desarrollaron entre el 22 de noviembre y el 7 de diciembre en las ciudades de Lima y Ayacucho, Perú, con la participación de más de 17 países. En este escenario, Colombia lideró el medallero general, y dentro de esa destacada actuación sobresalió Daniela Moreno, representante de la gimnasia aeróbica, disciplina que por primera vez hizo parte oficial del certamen.
Daniela, oriunda del municipio de Cota, inició su camino en la gimnasia desde los cinco años y desde 2021 se especializó en la modalidad aeróbica. Su proceso deportivo se ha forjado en el Instituto de Deportes del municipio, donde ha permanecido durante más de una década, demostrando constancia, disciplina y una clara vocación por el alto rendimiento. El camino al éxito no ha sido sencillo.
La joven deportista entrena hasta seis horas diarias, combinando doble jornada de preparación física con sus estudios de grado once, los cuales adelanta en una institución que le permite adaptar sus tiempos académicos a su exigente rutina deportiva. Para Daniela, el deporte no solo representa competencia, sino una escuela de vida que le ha enseñado valores como la perseverancia, la paciencia y la responsabilidad.
Su participación en los Juegos Bolivarianos estuvo cargada de emociones. La medalla de plata la obtuvo en la prueba individual, mientras que el oro llegó en la modalidad de dobles. “Lloré cuando me entregaron las medallas, porque no ha sido fácil. Pensé en mi familia, en mis entrenadores y en todas las personas que han estado conmigo en este proceso”, expresó la gimnasta durante la entrevista radial.
De cara al futuro, Daniela Moreno ya proyecta nuevos retos internacionales para 2026, entre ellos el Campeonato Sudamericano en Argentina, el Panamericano en Brasil y el Mundial en Pamplona, España. Más allá de las medallas, su mayor sueño es inspirar a otros niños y jóvenes a creer en el deporte como una herramienta de transformación personal y social, consolidándose así como un verdadero ejemplo para Cundinamarca y Colombia.








