Entre enero y septiembre, Antioquia, Bogotá, Atlántico y Valle del Cauca concentran la mayoría de feminicidios y casos de agresión familiar.
Este 25 de noviembre, Día Internacional por la Eliminación de las Violencias contra las Mujeres, los reportes oficiales muestran un panorama preocupante en el país. Entre enero y septiembre, Bogotá registró 30.400 denuncias por violencia intrafamiliar; Barranquilla superó los 50.000 casos; Medellín reportó 12.000 y Cali, 3.500. En materia de violencia sexual, Bogotá contabilizó 5.043 denuncias en los primeros nueve meses del año.
El Observatorio Feminicidios Colombia reportó 621 feminicidios durante el mismo período, con Antioquia, Bogotá, Atlántico, Valle del Cauca, Magdalena y Santander como las regiones más afectadas. Mayo, enero, marzo y julio fueron los meses con mayor incidencia, y la mayoría de los agresores son hombres cercanos a las víctimas, mientras los hogares siguen siendo el principal escenario de riesgo.
En Bogotá, las violencias basadas en género aumentaron un 15 % en 2025. Especialistas señalan que las rutas de atención continúan siendo insuficientes y que las medidas de protección presentan fallas estructurales que afectan a mujeres que ya habían denunciado amenazas previas.
Uno de los casos recientes en Kennedy involucró a una joven de 25 años que sobrevivió a un intento de feminicidio por parte de su expareja, quien la atropelló, arrastró varias cuadras y la dejó en estado crítico. A pesar de que la víctima había denunciado maltratos en tres ocasiones, la justicia no activó medidas suficientes y el agresor aún no ha sido condenado.
Organizaciones de mujeres señalan que la falta de decisiones judiciales oportunas y la debilidad de los mecanismos de prevención agravan la crisis, entre tanto, las autoridades locales refuerzan campañas, rutas de atención y acompañamiento psicosocial, mientras grupos civiles demandan una respuesta integral del Estado para frenar feminicidios y agresiones que continúan dejando un saldo crítico en el país.








