La medida fue impuesta durante una visita técnica, tras evidenciar que los residuos del sacrificio animal estaban siendo descargados dentro de un área protectora del nacimiento de agua conocido como Pozo Muche.
La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) ordenó la suspensión inmediata de los vertimientos ilegales en un matadero ubicado en la inspección de Íbama, en el municipio de Yacopí. Según el informe técnico, el sitio carece de la infraestructura básica para el manejo adecuado de residuos líquidos y sólidos, lo que representa una amenaza directa para el suelo y las aguas superficiales aledañas.
La CAR señaló que las condiciones sanitarias del matadero son precarias y que la falta de sistemas de tratamiento “puede generar alteraciones en las características físicas y químicas de los recursos naturales, así como la posible generación de olores y vectores que afecten la salud humana”. Además, se verificó que las aguas residuales domésticas y de lluvias del sistema de alcantarillado de Íbama confluyen con los nacimientos Pozo Real y Pozo Muche, agravando el riesgo de contaminación del recurso hídrico.
El director de la Regional Rionegro, Alejandro Fiquitiva Casallas, explicó que la medida se impone para evitar mayores impactos sobre el agua que abastece a la comunidad local. “La medida busca prevenir afectaciones al recurso hídrico y proteger los nacimientos de agua que abastecen a la comunidad. Desde la CAR continuaremos ejerciendo control y seguimiento ambiental para garantizar el cumplimiento de la normatividad y la preservación de los ecosistemas”, afirmó.
La Corporación reiteró que continuará realizando seguimiento a posibles focos de contaminación en el territorio, e hizo un llamado a las autoridades locales para fortalecer la gestión ambiental y sanitaria. El objetivo, señaló la entidad, es proteger las fuentes hídricas rurales y garantizar condiciones adecuadas en los servicios públicos que impactan directamente el bienestar de las comunidades.








