En operaciones simultáneas contra ‘Los Machetes’ y ‘Los Brujitos, se materializó la extinción de dominio de tres inmuebles que eran utilizados para el narcotráfico, homicidio, estafa y lavado de activos.
La Policía de Cundinamarca propinó un nuevo golpe a las finanzas criminales con la ocupación de tres inmuebles utilizados para actividades ilícitas en Girardot, Bogotá y Soacha. Las propiedades, avaluadas en más de $1.190 millones, fueron afectadas con extinción de dominio en dos operativos simultáneos.
En Girardot, la operación Himalaya permitió actuar contra el grupo delincuencial “Los Machetes”. Allí fue ocupado un inmueble estimado en $120 millones que, según las autoridades, funcionaba como centro de acopio para el tráfico de estupefacientes. “Lo más grave es que esta estructura tenía injerencia en entornos escolares de Girardot y Flandes, donde los menores eran su principal objetivo”, explicó el coronel Mauricio Herrera, comandante de la Policía de Cundinamarca.
De manera paralela, en Bogotá y Soacha se desarrolló la operación Almudena, enfocada en desarticular a “Los Brujitos”, una red dedicada a la estafa, la extorsión y el lavado de activos a nivel nacional. En este procedimiento fueron ocupados una casa y un apartamento avaluados en $1.070 millones, bienes que —según la investigación— habían sido adquiridos con recursos producto de actividades ilegales.
Las propiedades quedaron a disposición de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), entidad encargada de su administración mientras avanza el proceso judicial correspondiente. Herrera fue enfático en el mensaje: “No solo capturamos a los delincuentes, también atacamos su patrimonio y sus rentas criminales. No permitiremos que se enriquezcan afectando la seguridad de los cundinamarqueses”.
Con estas acciones, las autoridades buscan seguir debilitando la estructura financiera de organizaciones dedicadas al narcotráfico, la estafa y la extorsión en el departamento.








