Con esta estrategia, la CAR convierte un problema ambiental de una especie invasora en una oportunidad para la sostenibilidad.
La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) puso en marcha la primera planta de compostaje del país que transforma el buchón de agua, una de las especies invasoras más agresivas del mundo, en fertilizante orgánico-mineral. La infraestructura está ubicada en inmediaciones de la laguna de Fúquene, en el sector Guantancuy, y hace parte de las estrategias de circularidad y de las soluciones basadas en la naturaleza incluidas en el Plan de Acción Cuatrienal 2024-2027.
El director de Infraestructura Ambiental de la entidad, Yacir Ramírez, explicó que la planta “cuenta con más de 6.500 metros cuadrados y una inversión superior a los 12 mil millones de pesos, consolidándose como un proyecto innovador y sostenible para el país y Sudamérica”. En sus primeros 15 meses de operación, se estima la producción de más de 5.200 toneladas de fertilizante, equivalentes a 130.000 bultos, que serán empleados en la recuperación de suelos degradados y en actividades agrícolas, pecuarias y de restauración ecológica.
El proceso de transformación del buchón inicia con su extracción y traslado al primer hangar para secado, picado y apilamiento. Luego se mezcla con microorganismos eficientes en otros dos hangares, bajo un estricto control de parámetros como temperatura, humedad y oxígeno. El material pasa por fases de tamizado, empaque y almacenamiento en bultos de 40 kilos, garantizando su calidad y bioseguridad. Este producto fue certificado por el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) a finales de 2024 como fertilizante orgánico-mineral.
De acuerdo con la autoridad ambiental, el compost obtenido actúa como hidroretenedor natural, mejorando la estructura, la porosidad y la capacidad de retención de los suelos, lo que lo convierte en un insumo adecuado para enfrentar sequías y procesos de degradación. “Con esta tecnología pasamos de una planta invasora a un nutriente natural que impulsa la productividad y protege los ecosistemas”, destacó Ramírez, al explicar que la iniciativa también contribuye a mitigar los impactos del buchón, que según la UICN afecta los flujos hídricos y la biodiversidad acuática.
“Se trata de un hito de innovación ambiental que convierte un problema histórico en una oportunidad para la sostenibilidad, consolidando al territorio CAR como referente regional en economía circular aplicada a la conservación de ecosistemas estratégicos”, puntualizó el director de Infraestructura Ambiental, quien reveló que las acciones de recuperación del complejo lagunar Fúquene, Cucunubá y Palacio ya superan las 1.400 hectáreas intervenidas, beneficiando a más de 650.000 habitantes.