El anuncio del presidente Gustavo Petro de suspender el Tratado de Libre Comercio con Israel desató un fuerte debate en Colombia, mientras expertos advierten repercusiones políticas y económicas en medio del conflicto en Gaza.
La suspensión del TLC con Israel, anunciada por el presidente Gustavo Petro, marca un giro en la política exterior colombiana con efectos que trascienden lo comercial. Según el DANE, el intercambio con ese país representa menos del 1 % del comercio internacional, lo que limita el impacto inmediato en cifras de exportación e importación. Sin embargo, los analistas advierten que las consecuencias se concentran en tres frentes principales.
En lo económico, se prevé una reducción de oportunidades para exportadores de carbón, café y flores, así como una pausa en el acceso a tecnología agrícola y de defensa israelí. Aunque el volumen es reducido, el golpe incide en la diversificación de mercados en un momento de volatilidad global.
El internacionalista Fabián Cárdenas señaló en El Tren de la Mañana (El Dorado Radio) que suspender o terminar un TLC “no es tan simple”, pues exige rutas jurídicas y puede proyectar señales de incertidumbre regulatoria hacia el exterior. A su turno, la académica Consuelo Ahumada interpretó la decisión como una postura política frente a la guerra en Gaza y un intento por posicionar a Colombia en el debate global de derechos humanos, más que como una medida comercial.
Según Analdex, en 2024 Colombia exportó a Israel US$273 millones e importó US$102 millones; en 2025 (enero–julio) las ventas externas sumaron US$102,2 millones en medio de una fuerte caída del carbón, su principal rubro. “Si el Congreso toma el camino que quiere el presidente, los TLC cuentan con una vigencia adicional de seis meses ; además, el Presidente no puede, por sí solo, terminar un TLC”, dijo Javier Díaz, presidente de Analdex.
En el plano estratégico, la suspensión del TLC con Israel refuerza la ruptura diplomática ya existente y envía un mensaje de alineamiento político frente al conflicto en Gaza. Aunque Estados Unidos no ha reaccionado oficialmente, expertos sostienen que la decisión será observada con atención en Washington, principal socio comercial de Colombia, por su potencial impacto en la lectura regional de la política exterior colombiana.








