Las comunidades latinas en Estados Unidos denunciaron un aumento de las redadas migratorias de ICE, mientras organizaciones de derechos civiles piden al Congreso medidas urgentes para proteger a miles de familias afectadas.
Las últimas semanas han estado marcadas por una intensificación de los operativos de inmigración en distintas ciudades de Estados Unidos, dirigidos principalmente contra comunidades latinas.
Organizaciones de derechos civiles afirman que se han registrado allanamientos nocturnos, detenciones masivas y casos de violencia física durante las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
El endurecimiento de estas acciones responde a la estrategia del presidente Donald Trump, quien en reiteradas ocasiones ha prometido ejecutar la “mayor campaña de deportaciones en la historia del país”. De acuerdo con medios locales, miles de personas han sido detenidas en operativos realizados en estados como Texas, Georgia, California y Nueva York.
Frente a estas medidas, organizaciones como la ACLU y United We Dream han solicitado al Congreso estadounidense aprobar mecanismos de protección para las familias inmigrantes. Argumentan que los operativos vulneran derechos fundamentales y generan un clima de miedo en barrios con alta presencia latina. “Estas acciones están dividiendo familias y criminalizando a comunidades enteras”, señaló un portavoz de la ACLU.
En paralelo, algunos legisladores demócratas han cuestionado la legalidad de las redadas, mientras que el Gobierno republicano insiste en que se trata de un esfuerzo para “restaurar la seguridad fronteriza y hacer cumplir la ley”. La controversia crece en medio de tensiones políticas y de cara a las elecciones de 2026, donde el tema migratorio ocupa un lugar central en la agenda.