Caracas denunció ante la ONU el despliegue de un submarino nuclear y buques de guerra de EE. UU. en el Caribe y activó patrullaje con drones, buques mayores y 15. 000 efectivos en aguas territoriales y frontera con Colombia.
El gobierno de Venezuela presentó una queja formal ante la ONU denunciando una “escalada de acciones hostiles” por parte de Estados Unidos, en especial la llegada al Caribe del crucero lanzamisiles USS Lake Erie y el submarino nuclear USS Newport News.
Caracas calificó estas maniobras como una “grave amenaza a la paz y seguridad regionales” y un “claro acto de intimidación” frente al Tratado de Tlatelolco, que declaró la región como zona libre de armas nucleares.
En respuesta, el Ejecutivo venezolano anunció un plan de fortalecimiento militar y policial. El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, informó sobre el despliegue de buques de guerra de “mayor porte”, drones y más de 15 000 efectivos en aguas del Caribe y fronteras con Colombia, especialmente en Táchira y Zulia.
Asimismo, se activarán patrullas navales en el lago de Maracaibo y el golfo de Venezuela, acompañadas por infantería de marina en áreas fluviales como el Catatumbo, con el objetivo de combatir grupos narcotraficantes y reforzar el control territorial.
El canciller Yván Gil pidió respaldo a la ONU y llamó a “restablecer la cordura” ante lo que calificó como amenazas de Washington. También subrayó que, según la UNODC, Venezuela fue ratificada como territorio libre de cultivos ilícitos y consideró que las acusaciones de narcotráfico son “narrativas falsas” para justificar hostilidades.