Estados Unidos ha enviado al Caribe, frente a Venezuela, una flota compuesta por destructores, un submarino nuclear, buques anfibios y hasta 4.500 efectivos militares, desatada como parte de una operación contra el narcotráfico que ha elevado las tensiones regionales.
En una de las movilizaciones militares más contundentes en la región en décadas, el gobierno de EE. UU. ha desplegado una fuerza naval y terrestre frente a las costas de Venezuela. La operación incluye tres destructores de la clase Arleigh Burke —USS Gravely, USS Jason Dunham y USS Sampson— armados con avanzados sistemas Aegis y misiles Tomahawk, antisubmarinos y antiaéreos, según detalló la Agencia EFE.
Además, se confirmaron nuevos activos: un crucero misilístico, el USS Lake Erie, y un submarino de ataque nuclear, el USS Newport News, que se espera llegue al Mar Caribe a comienzos de la próxima semana.
El despliegue también incluye un grupo anfibio con los buques USS San Antonio, USS Iwo Jima y USS Fort Lauderdale, capaces de transportar hasta 4.500 militares, entre ellos 2.200 marines, preparados para operaciones terrestres si fuese necesario.
Funcionarios militares estadounidenses indicaron que, aunque la operación se presenta como un esfuerzo contra cárteles designados como terroristas, su envergadura sugiere una misión estratégica orientada a enviar una señal de fuerza frente al gobierno de Nicolás Maduro.








