El presidente Gustavo Petro reaccionó el 18 de agosto a los resultados de la primera vuelta en Bolivia, donde la división de la izquierda permitió que dos candidatos de derecha pasaran al balotaje previsto para octubre.
El proceso electoral boliviano de agosto de 2025 marcó un giro histórico en la política del país. Los resultados preliminares confirmaron el paso a segunda vuelta de Rodrigo Paz Pereira, del Partido Demócrata Cristiano, y Jorge “Tuto” Quiroga, de Alianza Libre, mientras que las fuerzas progresistas sufrieron un fuerte retroceso. Según el Tribunal Supremo Electoral, la participación superó el 80 % del censo, pero el voto nulo, impulsado por Evo Morales, alcanzó el 19 % y debilitó al Movimiento al Socialismo (MAS), cuya candidatura apenas obtuvo poco más del 3 %.
En este contexto, el presidente colombiano Gustavo Petro alertó que la fragmentación de los movimientos indígenas y populares abrió la puerta al retorno de proyectos políticos de derecha. “La unidad del pueblo es fundamental”, señaló en su cuenta de X, insistiendo en que la defensa del litio debe ser una prioridad estratégica frente a intereses externos.
Las reacciones en Colombia también fueron diversas. Mientras la senadora María Fernanda Cabal celebró el resultado como un “fin del socialismo criminal”, voces de sectores de izquierda respaldaron la advertencia de Petro sobre el riesgo de que la pérdida de cohesión política conduzca a la entrega de recursos estratégicos.
La segunda vuelta en Bolivia, prevista para el 19 de octubre, será decisiva para definir si el país consolida un viraje hacia la derecha o si se reconfiguran nuevas alianzas progresistas capaces de recuperar espacio político.