En la Catedral Primada de Bogotá, familiares, amigos y líderes políticos nacionales e internacionales participaron en la misa exequial del senador Miguel Uribe Turbay.
La ceremonia contó con la presencia de expresidentes de la República, el alcalde mayor de Bogotá, Carlos Fernando Galán, representantes del cuerpo diplomático, miembros de la Conferencia Episcopal de Colombia, ministros, congresistas, magistrados, gobernadores, alcaldes y altos mandos de la Fuerza Pública. Asimismo, asistieron representantes de organismos internacionales y delegados del gobierno de Estados Unidos.
Durante la eucaristía, el cardenal Luis José Rueda Aparicio dirigió un mensaje a los asistentes y a la ciudadanía, invitando a preservar los valores fundamentales de la nación. En sus palabras, afirmó: “Llamamos a los colombianos, hombres y mujeres, a no dejarnos robar la esperanza y a reaccionar pacíficamente defendiendo los principios y valores que nos constituyen como nación”. Además, resaltó la importancia de la unidad y el compromiso colectivo para fortalecer la convivencia.
Posteriormente, en otro momento de su homilía, el cardenal instó a cada persona a aportar lo mejor de sí misma para el bien común. “Si cada uno aporta lo mejor, podremos llenar la tinaja vacía de nuestra sociedad”, señaló, haciendo alusión a la necesidad de superar las crisis con acciones solidarias. La misa incluyó oraciones por la familia del senador, por las víctimas de la violencia y por la paz del país.
El momento más emotivo se vivió cuando Alejandro, hijo menor del senador, se acercó al féretro y colocó una rosa blanca, símbolo de amor y paz, en medio del silencio profundo de los asistentes. Este gesto conmovió a todos los presentes y reforzó el sentido de unión y homenaje que marcó la jornada.
Finalmente, la ceremonia concluyó con mensajes de gratitud hacia quienes han acompañado a la familia y han manifestado su respaldo durante estos días. Entre los presentes, se destacó la asistencia de delegaciones internacionales, autoridades eclesiásticas y comunitarias, quienes se unieron en un acto de recogimiento y respeto que trascendió fronteras.