En un comunicado las autoridades judiciales advirtieron que la violencia, en cualquiera de sus formas, es inadmisible y debe ser rechazada categóricamente por todos los sectores.
La Rama Judicial de Colombia, junto a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), expresó su “profundo rechazo” y condena el magnicidio del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, calificando el hecho como “un acto de barbarie que no solo arrebata una vida, sino que atenta contra los principios esenciales de la convivencia pacífica y el respeto por las instituciones”.
En un comunicado conjunto, las Altas Cortes manifestaron sus condolencias a la familia, amigos y allegados del dirigente político, y reafirmaron su compromiso con “la defensa irrestricta de los derechos fundamentales, en especial el derecho a la vida, pilar esencial de toda sociedad democrática”.
Las autoridades judiciales instaron a las entidades competentes a esclarecer los hechos, identificar a los responsables y aplicar las sanciones correspondientes. También advirtieron que la violencia, en cualquiera de sus formas, es inadmisible y debe ser rechazada categóricamente por todos los sectores.
“Llamamos a la ciudadanía a mantener la serenidad, evitar la polarización y rodear las instituciones democráticas. Solo mediante el respeto mutuo, el imperio de la ley y un compromiso firme con la paz podremos avanzar hacia una Colombia más justa, segura y reconciliada”, señalaron los presidentes de las Altas Cortes y de la JEP.
El pronunciamiento se da en medio de la conmoción nacional que ha generado el crimen, y busca enviar un mensaje de unidad y confianza en la justicia como vía legítima para la resolución de los conflictos.
Es preciso señalar que Miguel Uribe murió a sus 39 años en Bogotá tras dos meses de lucha, luego de sufrir un atentado que ocurrió el pasado 7 de junio en la localidad de Fontibón.
