La medida, decretada por la administración del expresidente Donald Trump, afecta a toda la canasta exportadora, incluidos los productos amparados por el Tratado de Libre Comercio.
La reciente imposición de un arancel general del 10 % a las exportaciones colombianas por parte de Estados Unidos ha generado preocupación en el sector cafetero, que depende en gran parte del mercado norteamericano.
El gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, Germán Bahamón, calificó la decisión como “un balde de agua fría” y advirtió que “este sobrecosto puede afectar la competitividad del café colombiano en su principal destino, presionando el precio al alza y reduciendo la demanda en segmentos de valor agregado como cafés especiales”.
Otros gremios, como Asoexport, señalaron que la estrategia inmediata ha sido distribuir el impacto del arancel en toda la cadena, para no perder contratos. Gustavo Gómez, presidente de esta asociación, destacó que “aunque es un escenario adverso, si Colombia actúa con rapidez podría ganar mercado frente a competidores que enfrentan aranceles más altos, como Vietnam e Indonesia”.
La presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham), María Claudia Lacouture, explicó a btravés de su cuenta en X que la tarifa del 10 % “no es fija y dependerá de cómo negocie el gobierno de Gustavo Petro”. Añadió que “este es el momento de fortalecer la productividad, la promoción y la diversificación de mercados. Con inteligencia comercial y unidad, se puede enfrentar y salir fortalecidos”.