El ministro Israel Katz advirtió que los hutíes “pagarán un alto precio”.
El bombardeo fue confirmado por el ministro de Defensa de Israel, quien indicó que las Fuerzas de Defensa están “castigando con vigor cualquier intento de restaurar infraestructuras terroristas” utilizadas por los hutíes.
El ataque apuntó a vehículos de ingeniería, contenedores de combustible, barcos militares y estructuras utilizadas presuntamente para la transferencia de armas desde Irán, según el comunicado castrense. Hasta el momento, no se han reportado víctimas fatales.
El misil lanzado por los hutíes fue interceptado por la Fuerza Aérea israelí, pero activó alarmas antiaéreas en diversas ciudades, incluida Tel Aviv. En respuesta, el gobierno israelí ejecutó el operativo en Al Hodeida, un puerto clave en la logística militar de los rebeldes respaldados por Irán. El portavoz militar señaló que el puerto ha sido usado para enviar armamento con el objetivo de atacar a Israel y a sus aliados regionales.
“Como ya había dejado claro: la ley de Yemen es la misma que la de Teherán”, declaró Katz, reafirmando la postura de su gobierno frente a lo que considera una ofensiva coordinada por el eje Irán-Yemen. La comunidad internacional sigue de cerca la escalada, mientras aumenta la tensión en el mar Rojo y en toda la región del Golfo.