Las reiteradas fallas en la atención médica, la demora en la asignación de citas, y la falta de tratamientos oportunos estarían entre las principales causas del deterioro físico y mental de los docentes.
La salud de los docentes en Bogotá atraviesa una crisis sin precedentes. Según la secretaria de Educación, Isabel Segovia, en lo corrido del año ya se han registrado más de 65 mil incapacidades, una cifra que enciende las alarmas sobre las condiciones laborales del magisterio y su impacto directo en el sistema educativo.
Segovia advirtió que esta situación no es aislada y estaría relacionada con decisiones erradas del Gobierno Nacional en materia de salud para los maestros. “Lo que parecía una medida administrativa, hoy afecta la continuidad académica de miles de niños y jóvenes en todo el país”, afirmó.
Las reiteradas fallas en la atención médica, la demora en la asignación de citas, y la falta de tratamientos oportunos estarían entre las principales causas del deterioro físico y mental de los docentes. El resultado: aulas sin maestros y una educación pública cada vez más golpeada.
Desde el Distrito se ha hecho un llamado urgente al Gobierno para revisar el actual modelo de salud del magisterio y garantizar condiciones dignas que permitan a los docentes ejercer su labor sin poner en riesgo su bienestar.
Mientras tanto, comunidades educativas denuncian que las ausencias prolongadas de profesores afectan el rendimiento académico y aumentan la sobrecarga para los maestros que permanecen en servicio. De hecho, en las últimas horas cientos de docentes se congregaron frente a la sede de la Fiduprevisora en Bogotá como parte del paro distrital de 24 horas convocado por la ADE y FECODE. La jornada de protesta concluyó con un llamado a que el Gobierno Nacional y la Fiduprevisora atiendan de manera urgente las exigencias del magisterio, advirtiendo que, de no haber soluciones prontas, se podrían intensificar las acciones de movilización en todo el país.