La CAR y la fuerza pública lograron frenar distintas actividades que venían afectando los recursos naturales en varias zonas de Cundinamarca y Boyacá.
La CAR entregó un balance del trabajo contra los delitos ambientales en Cundinamarca y Boyacá durante el primer semestre de 2025. Según la entidad, en total, se llevaron a cabo 44 operativos de alto impacto en zonas estratégicas como la cuenca alta del río Bogotá y el valle de Ubaté, dos de las regiones más golpeadas por actividades como minería ilegal, quemas a cielo abierto y vertimientos sin tratamiento.
El trabajo articulado entre la CAR, el Ejército Nacional, la Fuerza Aeroespacial Colombiana y la Policía han permitido llevar a cabo estas actividades. El 61 % de los operativos se centró en afectaciones al suelo, seguido por daños a fuentes hídricas (18 %), contaminación del aire (15 %) y afectaciones a la fauna silvestre (4,5 %).
“Estamos marcando un antes y un después en nuestras acciones de control y vigilancia”, aseguró el director de la CAR, Alfred Ignacio Ballesteros, quien resaltó el papel de la fuerza pública en la planificación y judicialización de los casos. Además, destacó que muchas de las denuncias provienen directamente de la ciudadanía. “Los ojos de la comunidad constituyen la primera línea de acción de estos operativos”, subrayó.
Las intervenciones se realizaron bajo la coordinación de la Unidad Integrada de Gobernabilidad Ambiental (UIGA), un equipo interdisciplinario entrenado para actuar en contextos de alto riesgo, en áreas rurales y urbanas. Allí participan abogados, biólogos, ingenieros y geólogos, que evalúan los daños ambientales y activan medidas preventivas y sancionatorias según la normatividad vigente.
La CAR ha dispuesto de diferentes canales presenciales, telefónicos y virtuales, disponibles en sus 14 direcciones regionales con el objetivo de vincular a la comunidad en el reporte de posibles afectaciones ambientales.