La Policía de Bogotá halló, en el pabellón 6 de la cárcel, un centro clandestino desde donde se realizaban llamadas extorsivas a ciudadanos de distintas regiones del país.
Un operativo de inteligencia de la Policía Metropolitana de Bogotá permitió la ubicación de un “call center” ilegal al interior del pabellón 6 de la cárcel La Picota, desde donde internos realizaban llamadas de extorsión a ciudadanos en varias regiones del país. Según el informe oficial, el grupo criminal alcanzaba a recaudar hasta $250 millones mensuales mediante engaños y amenazas.
Durante la inspección se encontraron teléfonos celulares, tarjetas SIM, libretas con información personal de víctimas, audífonos y dispositivos electrónicos. Las autoridades confirmaron que los reclusos operaban con apoyo externo y utilizaban discursos persuasivos para hacer pasar sus llamadas por requerimientos de entidades oficiales o bandas criminales.
La modalidad más utilizada era la falsa suplantación de autoridades o el secuestro virtual, con amenazas que obligaban a las víctimas a transferir grandes sumas de dinero. “Estamos ante una red organizada que operaba como una empresa criminal desde la prisión”, señaló el general Carlos Triana, director de la Policía Metropolitana de Bogotá.
La Fiscalía abrió una investigación penal contra los implicados, entre ellos al menos seis internos ya identificados, y no se descarta la complicidad de funcionarios penitenciarios. El INPEC anunció el traslado inmediato de los responsables a pabellones de alta seguridad y refuerzos en los controles internos de La Picota.