Desde el municipio se construye una hoja de ruta para garantizar los derechos de la población migrante y prevenir la xenofobia, mediante acciones concretas y participación activa.
En el municipio de La Calera se llevó a cabo un encuentro clave que reunió a 29 entidades públicas y sociales para avanzar en una política de inclusión para migrantes, refugiados y retornados. El objetivo: construir una respuesta colectiva frente a las necesidades de esta población.
La jornada permitió compartir avances, identificar barreras y acordar estrategias para facilitar el acceso a derechos y servicios, incluyendo seguridad, salud y procesos de regularización. Todo bajo una mirada integral, con énfasis en la dignidad y la no discriminación.
Uno de los momentos centrales fue el taller para prevenir la xenofobia desde el servicio público, donde se brindaron herramientas para una atención empática, incluyente y respetuosa hacia las personas que llegan en busca de nuevas oportunidades.
La iniciativa fue promovida por la comunidad y líderes sociales, en articulación con representantes locales y nacionales, mostrando que el trabajo conjunto puede transformar el trato hacia las personas en situación de movilidad.
“La diversidad no nos divide, nos fortalece”, fue uno de los mensajes reiterados durante la Mesa, que promueve una convivencia basada en el respeto, la solidaridad y el reconocimiento de las demás personas como parte del mismo territorio.
Este espacio forma parte de una estrategia más amplia que busca garantizar la inclusión social con enfoque territorial y participativo, beneficiando a cientos de familias migrantes asentadas en la región y fortaleciendo el tejido social.