La decisión se basó en el incumplimiento de requisitos clave, como el dominio de una lengua extranjera, y la omisión de respuestas a las observaciones ciudadanas sobre su hoja de vida durante el proceso de designación.
El Tribunal Administrativo de Cundinamarca anuló el decreto que oficializó el nombramiento de Armando Benedetti como embajador de Colombia ante la FAO, en Roma.
La ponencia, liderada por la magistrada Claudia Lozzi y respaldada por los magistrados Luis Manuel Lasso y Felipe Solarte, estableció que Benedetti no atendió de forma adecuada las objeciones planteadas antes de su nombramiento. Aunque no se compulsaron copias contra la funcionaria de Cancillería que avaló su perfil, se dejó claro que esa competencia recae en la Procuraduría, si considera investigar el caso.
El paso de Benedetti por la embajada ante la FAO estuvo marcado por la controversia. Su gestión incluyó una denuncia por presunta violencia de género y medidas disciplinarias tomadas por la Cancillería, entonces bajo el mando de Luis Gilberto Murillo. Sin embargo, uno de sus aportes fue gestionar que Colombia sea sede de la próxima Conferencia de Reforma Agraria del organismo.
Su permanencia en el cargo fue corta. A los seis meses de su nombramiento, en noviembre de 2024, regresó al país y asumió como asesor del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre). Posteriormente, fue nombrado ministro del Interior, cargo que ocupa actualmente en reemplazo de Juan Fernando Cristo.
El fallo representa un nuevo capítulo en la carrera pública de Benedetti, quien previamente había ejercido como embajador en Venezuela. La nulidad de su designación ante la FAO destaca los altos estándares exigidos en la función diplomática y resalta la importancia del control judicial en los nombramientos oficiales.