La alerta amarilla se mantendrá vigente mientras persista la alta ocupación en los servicios de urgencias, con el objetivo de garantizar la atención oportuna y adecuada a la población.
La Secretaría Distrital de Salud de Bogotá declaró alerta amarilla hospitalaria debido a la creciente congestión en los servicios de urgencias, especialmente en la atención pediátrica. Esta medida busca coordinar acciones entre hospitales públicos y privados para garantizar una respuesta eficiente ante la alta demanda de atención médica.
Según afirmó Gerson Bermont, secretario Distrital de Salud, la capital está “afrontando una problemática compleja de congestión en urgencias. Aunque hemos tomado medidas como el aumento de la hospitalización en casa, seguimos viendo un nivel de ocupación muy alto en los servicios de salud de la ciudad. Por eso, declaramos la alerta amarilla, para fortalecer la respuesta institucional y activar todos los niveles de coordinación necesarios”.
El distrito detalló que la ocupación en hospitalización pediátrica aumentó del 90 % al 94,3 %, mientras que las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) pediátricas pasaron del 88,6 % al 95,1 %. Este incremento ha generado una presión significativa sobre el sistema de salud de la ciudad.
Durante el fin de semana y con diferentes campañas, las autoridades sanitarias también emitieron recomendaciones a la ciudadanía para mitigar la propagación de enfermedades respiratorias, entre ellas: mantener actualizado el esquema de vacunación, especialmente contra la influenza, tosferina y sarampión; practicar el lavado frecuente de manos; evitar aglomeraciones; utilizar tapabocas si se presentan síntomas gripales; y abstenerse de visitar a niñas, niños y adultos mayores en caso de tener gripa.
En este mismo sentido, la Secretaría de Salud reforzó las jornadas de vacunación en distintos puntos de la ciudad, facilitando el acceso a inmunizaciones clave para prevenir enfermedades que pueden agravar la situación hospitalaria. Esta alerta amarilla se mantendrá vigente mientras persista la alta ocupación en los servicios de urgencias, con el objetivo de garantizar la atención oportuna y adecuada a la población.